
Alguna vez se han preguntado: ¿ Por qué la gente que reduce de peso lo vuelve a recuperar?
Es muy simple. El principio básico mental que aplica propone un fundamento equívoco, es decir, el propósito original mediante el cual la persona decide cambiar su figura, parte de un desacierto.
¿Qué quiero decir con esto?
Si la ley de la atracción no falla (de hecho así es), entonces es indispensable que el individuo (a) que desea bajar de peso inevitablemente lo recupere, porque para bajar se requiere tener un peso por encima de lo conveniente (ideal). Cada ocasión que elaboramos la premisa: "QUIERO BAJAR DE PESO", estamos obligados a subirlo. Es entonces que cuando decimos: ESTOY MUY GORDA, NECESITO BAJAR DE PESO, cada átomo, molécula y célula de nuestro cuerpo empiece a vibrar siguiendo nuestras indicaciones. Nuestro organismo responde inmediatamente subiendo de peso, y aunque estemos en tratamiento reductivo, como obedece a las instrucciones del amo (el cerebro), sucede que recupera lo perdido para luego tener de dónde bajar de nuevo. Así de sencillo es como muchas personas se la pasan como un YOYO, subiendo y bajando, subiendo y bajando.
Estoy gorda necesito y quiero bajar de peso, luego entonces me pongo en régimen y bajo, pero luego tengo que subir de nuevo, porque como soy gorda y requiero bajar de peso, forzosamente necesito antes que otra cosa, estar pasada de peso.
Resulta un tanto cuanto contradictorio pero así es, salvo en el .3 por ciento de los casos o sea, casi nunca. Pero como Dios nos permite el uso de la lógica, en cualquier momento tenemos la posibilidad de modificar nuestros pensamientos, para que la manifestación de los mismos se instale y manifieste de forma positiva y en nuestro beneficio.
Yo les sugiero a mis pacientes que cambien la frase: "quiero o tengo que bajar de peso", por una más efectiva y atinada, como: "deseo tener una figura esbelta y saludable", "quiero ser la imagen física de la perfección divina", "deseo el cuerpo delgado que me merezco o que siempre me he merecido". Para ser honesta, hasta se escucha más amigable. Si lo que quiero es verme delgada y sentirme bien, no necesito repetir una y otra vez que estoy gorda, porque el universo y el cuerpo nos escucha y en automático obedece.
Cambiar nuestros pensamientos y usar las palabras correctas a un modo de decretos positivos, puede muy bien ser el inicio de una verdadera transformación.
Liliana.