No sé cómo estén viviendo el presente ustedes que ahora me leen. Me imagino que de alguna manera están enterados tanto como yo, de todas las cosas que están sucediendo en nuestro hermoso planeta: LA TIERRA. En estos momentos de tantos cambios, es casi imposible no sentir un poco o mucho miedo. Es natural en nosotros los seres humanos vivir con temor y angustia ante lo que desconocemos. La lluvia de información que recibimos del entorno, todas esas noticias de sucesos negativos, la diversidad de opiniones que cada individuo manifiesta hacia lo que está por venir, los programas de radio, televisión, los noticieros en los mismos, eso sin dejar de lado lo que cada uno de nosotros deduce, están alterando cada día de forma más intensa la verdadera escencia de lo que somos. Yo he resumido en tres, las razones por las que llegamos a este mundo. 1.-) Somos espíritus teniendo una experiencia física.
2.-) Manifestar el amor como lo que realmente somos: seres de luz.
3.-) Finalmente sentirnos plenos y felices.
Si la única seguridad con la que podemos vivir el día a día, es que el cuerpo físico necesariamente tarde o temprano tiene que morir, y lo que realmente permanecerá a través de la eternidad es el espíritu, entonces a qué debemos temer.
Creo que nos hemos confundido y es natural que así haya pasado, porque la mente solo vive de razones y a través de ella solo podemos entender las cosas materiales, y nosotros somos algo mucho más grande que solo materia. Ese es el acertijo, llegar a comprender a través de la verdadera confianza en la divinidad (Dios) que la misión que cada uno tenemos marcada desde nuestro primer día como lo que ahora somos (seres terrenales), es ineludible y que la única forma en la que podemos llegar a cumplir con esta misión es através del amor. Lo triste es que es justamente este mal entendido con respecto a lo que es el amor, la que nos mantiene anclados en la confusión y por lo tanto sumidos en muchísimas ocasiones en la tristeza y en la desgracia.
Esa infinidad de clichés que diariamente escuchamos como: "TU CREAS TU REALIDAD", "ERES EL RESULTADO DE LO QUE PIENSAS", "LO QUE SUCEDE CONVIENE", "LAS COSAS PASAN POR ALGO", y como estos miles de pensamientos más, son reales, pero si seguimos partiendo de las premisas equivocadas, los resultados no podrán ser de otra forma que errados también.
¿Cómo podemos realmente crear una realidad que nos lleve a vivir plenamente llenos de amor, con felicidad y sin miedo?
Mi conclusión es la siguiente: enfrentando lo que en realidad somos en este momento. Seguir mintiéndonos no es más que una forma de postergar, pero postergando nunca resolveremos.
Quiero compartir con ustedes una reflexión que copié de la película COMER, ORAR Y AMAR dice así:
AL FINAL HE LLEGADO A CREER EN ALGO QUE YO LLAMO LA FÍSICA DE LA BÚSQUEDA. UNA FUERZA DE LA NATURALEZA QUE SE RIJE POR LEYES TAN REALES COMO LA LEY DE LA GRAVEDAD. LA REGLA DE LA FÍSICA DE LA BÚSQUEDA VIENE A DECIR ALGO ASÍ: SI TIENES EL VALOR DE DEJAR ATRÁS TODO LO QUE TE PROTEJE Y TE CONSUELE. LO CUAL PUEDE SER DESDE TU CASA HASTA TUS VIEJOS RENCORES Y EMBARCARTE EN UN VIAJE EN BUSCA DE LA VERDAD, Y HACIA EL INTERIOR O EL EXTERIOR. Y SI ESTÁS DISPUESTO A QUE TODO LO QUE TE PASE EN ESTE VIAJE TE ILUMINE, Y A QUE TODO EL QUE ENCUENTRES EN EL CAMINO TE ENSEÑE ALGO. Y SI ESTÁS PREPARADO SOBRE TODO A AFRONTAR Y A PERDONAR ALGUNAS DE LAS REALIDADES MÁS DURAS DE TI MISMO.
ENTONCES LA VERDAD NO TE SERÁ NEGADA.
Se requiere de mucho valor, disciplina, constancia, responsabilidad y compromiso para vivir con nuestra verdad. Seguir viviendo de afuera hacia dentro es seguir en la mayor de las mentiras y el resultado seguirá siendo el mismo: continuar con la desdicha y la insatisfacción.
Somos herederos de Dios, porque semos sus hijos, Él es nuestro padre. Y un padre que ha creado este maravilloso universo lleno de perfección, de variadas y hermosas flores, de un cielo lleno de estrellas, de campos verdes, de ninguna manera espera que vengamos a sufrir, lo único que desea es que nos hagamos acreedores a todo esto. El único requisito que nos pone es: el darnos cuenta, ser concientes pero más que nada desea que reconozcamos nuestra realidad actual y que en función de esto podamos encontrar nuestra verdad, una verdad que no necesariamente para todos es igual, pero que sí a todos nos dará el mismo resultado, vivir libres, felices, en equilibrio y sobre todo plenos de amor y sin miedo.
Hasta la próxima.
Liliana.
