
Ya aclarado el punto, pues pasemos a lo que sigue.
En esta época de abundancia por un lado y de serias creencias por el otro, es bueno ubicarnos en cuanto a este difícil problema que enfrentamos no solo a nivel nacional sino también mundial.
OBESIDAD... es un término bastante común. Todo el mundo, incluso quien solo tiene un ligero sobrepeso, y hasta las flacas, se sienten obesas. Por lo tanto en lo que a continuación escribiré no me estaré refiriendo a todas aquellas personas que se creen gorditas, sino a las que en realidad lo son.
La obesidad es en sí una enfermedad. ¿Pero qué tipo de enfermedad es?
¿Infecciosa?, ¿Contagiosa acaso?, ¿Degenerativa?, ¿Adictiva?, ¿Mortal?, ¿Permanente?, es ¿Voluntaria? o ¿Involuntaria?, ¿Cultural?, ¿primaria o secundaria?, ¿hereditaria?, ¿Tal vez pudiera ser congénita?
Bueno pues sea cual sea la apreciación que cada quien le dé y sea cual fuere la categoría en la que la pudiésemos catalogar, la obesidad puede encajar en cualquier tipo de los anteriormente mencionados.
La obesidad es una enfermedad adictiva y como cualquier adicción obstaculiza llevar una vida plena y feliz, nos limita como seres humanos y dependiendo de la edad, el número de kilos excesivos de grasa y las complicaciones, nos puede llevar incluso hasta la muerte.
A diferencia del alcoholismo, el tabaquismo y la drogadicción o cualquier tipo de adicción, la ingesta compulsiva y excesiva de alimentos es algo mucho más difícil de vencer que las anteriormente mencionadas. La razón es muy simple, podemos vivir sin alcohol, podemos vivir sin tabaco y por supuesto que podemos vivir sin drogas, es más, no solo podemos vivir sin alcohol, tabaco y drogas sino que además no se necesitan, pero no podemos vivir sin comer porque el cuerpo requiere de nutrientes para subsistir. O sea que la comida es la única adicción que no podemos abandonar de la misma forma que las demás, o sea no podemos decir: "solo por hoy no comeré"; tenemos que decir: "solo por hoy comeré poco". ¿Que difícil verdad?, imagínense a un alcohólico diciendo: "solo por hoy beberé poco". De sobra sabemos que se excederá hasta ponerse ebrio. No estoy diciendo que sea fácil dejar el alcohol, el tabaco o las drogas de ninguna manera, pero la comida simplemente no se puede dejar, se tiene necesariamente que moderar su ingesta. Es debido a esto que cada día crece el porcentaje de personas con este padecimiento y los relacionados con el mismo.
Es increíble, cada día se rehabilitan más número de personas con alcoholismo, tabaquismo y drogadicción comparado con los que logran superar la obesidad.

Quienes tienen este problema saben a lo que me refiero. Saben perfectamente de lo que estoy hablando, y que bueno, porque es a ellos (ellas) a quienes va dirigido este artículo. Es por eso que no es suficiente con saber qué es lo que debemos comer para combatir el problema del sobrepeso. De hecho todos sabemos lo que es sano consumir. A poco creen que un drogadicto no sabe que la cocaína lo daña. Claro que lo sabe, el punto es que no sabe como dejarla, lo mismo pasa con la comida, sabemos qué es lo que debemos consumir pero no sabemos cómo limitarnos a eso. Se necesita mucho más que solo una dieta para lograrlo, se necesita un programa completo, se necesita compromiso, se necesita apoyo integral, se necesita pedir y recibir ayuda cuando solos no hemos podido. Más que nada, se necesita dejar de soñar y creer que existen soluciones mágicas para resolverlo. No va a llegar el hada nocturna para que dormidos en una noche amanezcamos esbeltitos, nada de eso va a suceder. Como lo he dicho antes, el tiempo seguirá pasando y debemos hacer conciencia de cómo queremos que este transcurra, no importa si es un kilo, o dos, o 200 gramos 0 500 , lo que sea mientras que la báscula disminuya el numerito. Lo que sea es ganancia. Bajar rápido (que padre no) o muy lento, qué más da , pero bajar. 
La verdad puedo decirlo de esta forma, porque son muchos los años que he dedicado a esto, y las personas que padecen este tremendo problema deben saber que si hace 27 años, cuando comencé esta labor, quienes acudieron a verme hubiesen disminuido tan solo 500 gramos por año, hoy tendrían 13.5 kilos menos, quienes hubiesen bajado un kilo anualmente hoy tendrían 27 menos, y así proporcionalmente con dos y tres kilos al año, es decir, nada es poco en este asunto de mejorar el peso y tratar de llegar a tener el ideal. Como tampoco nunca es poco lo que se sube.

La verdad puedo decirlo de esta forma, porque son muchos los años que he dedicado a esto, y las personas que padecen este tremendo problema deben saber que si hace 27 años, cuando comencé esta labor, quienes acudieron a verme hubiesen disminuido tan solo 500 gramos por año, hoy tendrían 13.5 kilos menos, quienes hubiesen bajado un kilo anualmente hoy tendrían 27 menos, y así proporcionalmente con dos y tres kilos al año, es decir, nada es poco en este asunto de mejorar el peso y tratar de llegar a tener el ideal. Como tampoco nunca es poco lo que se sube.
Comencemos ahora. Jamás es tan temprano para hacerlo ni tampoco nunca demasiado tarde.
Liliana.