POR QUÉ DEBERÍAS ELEJIR TRATAR TU PADECIMIENTO CONMIGO.

El objetivo principal de mi tratamiento es utilizar la alimentación como un medio para el crecimiento y realización de mi paciente tanto en el aspecto físico, como en el emocional y espiritual.
Cualquier desajuste o carencia la transformo en una área de oportunidad para capitalizar las experiencias. La idea es lograr que mi paciente elimine permanentemente la grasa corporal en exceso o bien erradique ese hábito indeseable que tanto le molesta y le perjudica. Que mejore simultáneamente todas las demás áreas de su vida. Enriqueciendo su día a día, a través de una serie de intenciones cotidianas que harán del tratamiento algo único, personal, sencillo y versátil, más que nada divertido y estimulante.
Si acudes a tus citas tu éxito esta garantizado.

martes, 9 de septiembre de 2008

¿TIENE VENTAJAS TENER SOBREPESO?

Cada vez que atiendo a un paciente, quisiera siempre tener las palabras apropiadas para poder motivarlo, y que esta motivación fuera tan intensa, que le alcanzara para iniciar el tratamiento, persistir hasta no lograr estar en el peso ideal y permanecer en él, sin nunca más volver a subir.
Lamentablemente de ninguna manera es sencillo, transmitir la voluntad necesaria para conseguir esto, a través de las palabras. De hecho, no hay forma de que la voluntad pueda ser transferible. Sería genial que alguien con una voluntad de hierro pudiese pasar una dosis de la misma a alguien que carece por completo de ella.
Ha quedado claro, que el pronóstico de una persona obesa que quiere bajar de peso y permanecer en él, no es nada alentador. Es por esto, que la labor más difícil del terapeuta es encontrar la forma de lograr que un paciente acuda a sus citas el tiempo necesario para eliminar el problema y nunca más volver a padecerlo.

Yo lo comparo con estudiar una carrera profesional, debes asistir a clases hasta terminar la última materia y conseguir el título. Independientemente del tiempo que te lleve y los obstáculos que tengas que enfrentar, ya sea que desees ser abogado, médico, ingeniero etc. Si realmente lo deseas, tendrás que pagar el costo que se requiere para lograrlo, habrá días difíciles, exámenes reprobados que esperabas pasar porque estudiaste con empeño, algunas veces calificaciones que no merecías porque pusiste cero empeño y como quiera te fué bien, faltarás muchas veces a clases; pero finalmente si te mantienes el suficiente tiempo, algún día conseguirás el tan anhelado título. Muy parecido es un tratamiento nutricional, es imposible saltarte el proceso, en esto no puede existir nada mágico, mucho menos si deseas que sea permanente.
Cuando se tienen años de ser gordito, más aún , cuando el sobre peso viene ocurriendo desde la infancia, es común, que veamos solo las desventajas de haber vivido con todos esos kilos de grasa extra, mismos que seguramente habrán provocado una cantidad innumerable de comentarios negativos y muy probablemente desagradables. Sin embargo, ser gordo aunque usted no lo crea, tiene sus ventajas.
Después de haber dedicado casi una vida, a tratar de ayudar a personas con desórdenes en la ingesta de alimentos (yo he sido una de ellas), encontré, que padecer cualquier tipo de adicción o enfermedad, tiene sus ventajas, siempre y cuando, haya sido superada.
¿Por qué?, porque tener un problema y luego superarlo, nos deja una experiencia tal, que dicho aprendizaje, puede no solo beneficiarnos a nosotros, sino también a muchas otras personas a superar una crisis similar.
Tener un padecimiento del tipo que sea es más que una situación de conflicto y por supuesto desagradable, una oportunidad para aprender. Pero siempre y cuando, y solo siempre y cuando, la hayamos superado.
De ninguna manera estoy incitando a buscar conflictos, dependencias o enfermedades innecesarias, solo trato de mostrar el lado positivo del evento, si tenemos que enfrentarnos a una situación inconveniente pues lo menos que podemos hacer es aprender algo de ella.
Padecer de obesidad o de cualquier tipo de dependencia química, tiene sus ventajas, aunque sería mejor nunca haberlas tenido que padecer. Las ventajas solo aparecerán en el momento en que hayamos controlado el problema y más aún si ya lo hamos resuelto.
Cualquier individuo que funcione, con algún tipo de adicción o dependencia, y que además logre superarla, habrá desarrollado una capacidad extra.
Un individuo que pierde la vista temporalmente desarrolla el resto de sus sentidos de tal modo que se agudizan para compensar la carencia de la vista, cuando la recupera es una persona con muchas ventajas más que alguien que nunca enfrentó este problema. Por supuesto quedarse ciego para siempre no representa ningún beneficio.
Lo mismo sucede con el sobrepeso, una vez que desaparece y nunca vuelve a manifestarse, el individuo invariablemente será un ser evolucionado, seguro, con ´plena conciencia de su voluntad y con un crecimiento espiritual, superior al de muchos que siempre fueron flacos.
Liliana.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

REFLEXIÓN DE UN OBESO

Hace unos pocos meses motivada como siempre por el entusiasmo y la constancia de algunos de mis pacientes, me di a la tarea de buscar material que se había quedado en el olvido. Entonces llegó a mis manos un escrito que data desde 1984, yo tenía 20 años y si bien me titulé a esta edad ya tenía dos años de experiencia en esto de apoyar a las personas en su lucha por eliminar la grasa excesiva de su cuerpo. Reflexionando acerca de como nació ASPECTO Y SALUD,( ese es el nombre de mi negocio y también todo lo que hago, programas y demás llevan este sello), me vinieron a la mente una serie de recuerdos. Sucede que mi mamá era médico y desde pequeña tuvo un cuerpo bastante robusto. Supongo que ella siempre quizo ser una mujer con una figura delgada, pero como su tendencia era la opuesta su complejo de mujer obesa me lo transmitió a mi. Esa muy seguramente es la razón por la que siempre tuve pánico a engordar y también por la que desde los trece años me la paso contando calorías. Si bien nunca he sido gorda, tampoco he sido flaca y he aprovechado para sacar provecho de cada uno de mis embarazos (2), y dejar salir la compulsión siempre controlada ya que es la única oportunidad de darle rienda suelta a mis impulsos, subir de peso y tener una causa justificada. Al menos es la única en la que mis pacientes perdonarán verme gorda. En fin que volviendo al tema del material olvidado y del artículo que escribí hace 24 años, al verlo sentí un poco de pena porque la verdad era muy joven y mi experiencia en redacción era más limitada que hoy, pensé en modificarlo pero he decidido dejalro tal y como cuando lo escribí, la razón principal es la de respetar los sentimientos que me inspiraron en ese momento.



REFLEXIÓN DE UN OBESO


¿No soy yo la persona incomprendida, que en busca de satisfacción que lleva a dar verdadero sentido a mi existencia, encuentro placer y recompensa espiritual, ingiriendo una cantidad desmedida de alimento?
¿No soy yo, quien en un lamento en contra de mi propia vida, no logro la identificación real de dos seres, que lejos de ser uno mismo, invaden terrenos contrarios, uno en busca de satisfacción oral, por el desdeño del otro que no puede encontrar la satisfacción real?
A tiempo estoy de lograr suprimir mis crisis y encontrar en mí lo que la comida brinda.
Adiós vicios, adiós fracasos, en mi poder esta ser hoy y siempre lo que deseo, y sin temor a equivocarme, en un afán de superación lograré combatir en agotadoras luchas, lo que por mucho tiempo ha sido el motivo de mi angustia y desesperación: LA OBESIDAD
Alguien dijo: "Comenzar es hacer la mitad, comienza de nuevo y tu tarea quedará terminada". Después de mi no hay más allá y fuera de una vanidad vacía, deseo ser la representación material de la perfección divina, la desición está tomada y como ser superior y pensante, lucharé y ganaré la batalla.
Por mí, por tí y por todos.
Liliana.

lunes, 1 de septiembre de 2008

LA MEJOR RAZÓN

Tengo 26 años de trabajar en el área de consulta nutricional. He escrito artículos para revistas y periódicos, he participado en programas de radio y televisión, fui orgullosamente maestra de nutriología y dietoterapia en la Universidad Autónoma de Nuevo León, he dado cursos de nutrición a grupos pequeños y grandes, en fin que no se trata de hacer una lista curricular de las actividades que durante un poco más de cuarto de siglo he venido realizando, de hecho la idea de escribir este blog no es la de que me conozcan a mi, sino más bien, quiero que sepan, qué es lo que hago, a qué me dedico y por qué lo hago.
No se si todas las personas que laboran cotidianamente en algún tipo de actividad, la disfrutan, yo no solo disfruto, sino que además amo mi trabajo. Como ya son muchos los años que tengo en esto de la nutrición, evidentemente he tenido momentos en que de algún modo llegué a sentirme un tanto ciclada, y para ser honesta en ocasiones hasta pensé que tendría que dedicarme a otra cosa, ya que es muy frustrante ver que el esfuerzo que realizo con muchos de mis pacientes no produce los resultados que mutuamente esperamos. Es así como durante todos estos años viví con la idea de que tal vez, llegaría el momento de cambiar de oficio, y encotrar satisfacciones mas objetivas, y digo objetivas porque a decir verdad lo que hago es realmente satisfactorio, me llena como ser humano y me produce un gozo que posiblemente no experimento de ninguna otra forma, pero para fines prácticos, si no tengo el éxito esperado con cada uno de mis pacientes, por muy satisfactoria que mi chamba sea, la desilución de los resultados en ocasiones a corto plazo y muchas otras a largo plazo, es algo que no podía yo ignorar. Fue así como hace no más de un año, estuve a punto de rendirme y orientar mis esfuerzos en algo que fuese más provechoso, y fue justo en ese instante cuando estuve a punto de rendirme, que me di cuenta que la razón de mi frustración no eran mis pacientes, sino yo misma. Aunque debo admitir que desde que me inicié en esto de dar consulta, siempre he utilizado un método un tanto distinto a los realizados por casi todos lo que se dedican a lo mismo que yo, esto no había sido suficiente, y fue ahí en ese momento que todo me quedó claro, mi labor no era solo "NUTRIR EL CUERPO SINO TAMBIÉN NUTRIR EL ALMA" de las personas. La razón por la que mis pacientes no tenían todo el éxito que yo esperaba, y que además es también la razón de que la mayoría por no decir que casi todos los tratamientos de disminución de peso fracasan, es que las personas que acuden a consulta van por una dieta, o el complemento milagroso, esperando que en esta ocasión todo resulte; algo así como mágico y logren reducir de peso y de talla sin el más mínimo esfuerzo. Esto, si lo analizamos es realmente ridículo, es muy posible que casi todas las personas con obesidad o sobrepeso que me han visitado, acudan con la típica idea de que los tratamientos nutricionales son mágicos o algo así, y de hecho solo permanecen en tratamiento aquellos que logran entender que este es un proceso, en ocasiones largo en otras no tan largo, pero que definitivamente debe permanecer como un estilo de vida y no de forma temporal. Quien logra bajar de peso, y por fin tener o recuperar la figura deseada, pero vuelve a sus antiguas costumbres inevitablemente recuperará los kilos que se fueron, luego dicen que tuvieron el tan popular "rebote", literalmente; si puede ser llamado rebote, pero no sucede porque le dieta o el tratamiento fuesen inapropiados, sino porque regresar a los hábitos pasados invariablemente surtirá el mismo efecto que antes, y naturalmente la grasa perdida regresa y aparece de nuevo: la pancita, la papada y todo lo demás.
Pues bien, esto del peso corporal, la grasa abdominal, las combinaciones dietéticas, es un tema tan extenso como personas con el padecimiento existen. Pero a decir verdad nunca antes me sentí más satisfecha con mi trabajo.
Dedico esta pequeña introducción a todos esos seres tan maravillosos que día con día enriquecen mi vida profesional, entregándome su confianza y permitiéndome ser parte de su crecimiento interno y de su éxito personal, al ir avanzando hacia su meta. Es por ustedes por mis pacientes, por quien creo, ha valido la pena permanecer todos estos años, realizando esta labor, que hoy más que nunca me satisface y me permite sentirme realizada como ser humano. Me llena de gozo poder colaborar con todos ustedes tratando de que no solo alimenten su cuerpo, sino también su espíritu y su alma.
Nunca debemos olvidar que nada puede cambiar por fuera si primero no modificamos algo internamente.
Liliana.