Cada vez que atiendo a un paciente, quisiera siempre tener las palabras apropiadas para poder motivarlo, y que esta motivación fuera tan intensa, que le alcanzara para iniciar el tratamiento, persistir hasta no lograr estar en el peso ideal y permanecer en él, sin nunca más volver a subir.
Lamentablemente de ninguna manera es sencillo, transmitir la voluntad necesaria para conseguir esto, a través de las palabras. De hecho, no hay forma de que la voluntad pueda ser transferible. Sería genial que alguien con una voluntad de hierro pudiese pasar una dosis de la misma a alguien que carece por completo de ella.
Ha quedado claro, que el pronóstico de una persona obesa que quiere bajar de peso y permanecer en él, no es nada alentador. Es por esto, que la labor más difícil del terapeuta es encontrar la forma de lograr que un paciente acuda a sus citas el tiempo necesario para eliminar el problema y nunca más volver a padecerlo.

Yo lo comparo con estudiar una carrera profesional, debes asistir a clases hasta terminar la última materia y conseguir el título. Independientemente del tiempo que te lleve y los obstáculos que tengas que enfrentar, ya sea que desees ser abogado, médico, ingeniero etc. Si realmente lo deseas, tendrás que pagar el costo que se requiere para lograrlo, habrá días difíciles, exámenes reprobados que esperabas pasar porque estudiaste con empeño, algunas veces calificaciones que no merecías porque pusiste cero empeño y como quiera te fué bien, faltarás muchas veces a clases; pero finalmente si te mantienes el suficiente tiempo, algún día conseguirás el tan anhelado título. Muy parecido es un tratamiento nutricional, es imposible saltarte el proceso, en esto no puede existir nada mágico, mucho menos si deseas que sea permanente.
Cuando se tienen años de ser gordito, más aún , cuando el sobre peso viene ocurriendo desde la infancia, es común, que veamos solo las desventajas de haber vivido con todos esos kilos de grasa extra, mismos que seguramente habrán provocado una cantidad innumerable de comentarios negativos y muy probablemente desagradables. Sin embargo, ser gordo aunque usted no lo crea, tiene sus ventajas.
Después de haber dedicado casi una vida, a tratar de ayudar a personas con desórdenes en la ingesta de alimentos (yo he sido una de ellas), encontré, que padecer cualquier tipo de adicción o enfermedad, tiene sus ventajas, siempre y cuando, haya sido superada.
¿Por qué?, porque tener un problema y luego superarlo, nos deja una experiencia tal, que dicho aprendizaje, puede no solo beneficiarnos a nosotros, sino también a muchas otras personas a superar una crisis similar.
Tener un padecimiento del tipo que sea es más que una situación de conflicto y por supuesto desagradable, una oportunidad para aprender. Pero siempre y cuando, y solo siempre y cuando, la hayamos superado.
De ninguna manera estoy incitando a buscar conflictos, dependencias o enfermedades innecesarias, solo trato de mostrar el lado positivo del evento, si tenemos que enfrentarnos a una situación inconveniente pues lo menos que podemos hacer es aprender algo de ella.
Padecer de obesidad o de cualquier tipo de dependencia química, tiene sus ventajas, aunque sería mejor nunca haberlas tenido que padecer. Las ventajas solo aparecerán en el momento en que hayamos controlado el problema y más aún si ya lo hamos resuelto.
Cualquier individuo que funcione, con algún tipo de adicción o dependencia, y que además logre superarla, habrá desarrollado una capacidad extra.

Lo mismo sucede con el sobrepeso, una vez que desaparece y nunca vuelve a manifestarse, el individuo invariablemente será un ser evolucionado, seguro, con ´plena conciencia de su voluntad y con un crecimiento espiritual, superior al de muchos que siempre fueron flacos.
Liliana.