POR QUÉ DEBERÍAS ELEJIR TRATAR TU PADECIMIENTO CONMIGO.

El objetivo principal de mi tratamiento es utilizar la alimentación como un medio para el crecimiento y realización de mi paciente tanto en el aspecto físico, como en el emocional y espiritual.
Cualquier desajuste o carencia la transformo en una área de oportunidad para capitalizar las experiencias. La idea es lograr que mi paciente elimine permanentemente la grasa corporal en exceso o bien erradique ese hábito indeseable que tanto le molesta y le perjudica. Que mejore simultáneamente todas las demás áreas de su vida. Enriqueciendo su día a día, a través de una serie de intenciones cotidianas que harán del tratamiento algo único, personal, sencillo y versátil, más que nada divertido y estimulante.
Si acudes a tus citas tu éxito esta garantizado.

sábado, 6 de marzo de 2010

CONFETI DE FILOSOFÍAS...

¿Cuál es la verdad?, ¿Quién soy, quién fui y quién seré?
Me imagino que tal vez puedan pensar: ¿por qué esta tipa habla de estas cosas en un blog que se supone solo debe estar dedicado a la nutrición?
Pues bien. Hoy decidí darme el permiso de platicarles algo diferente a lo que siempre escribo. Hoy mis queridos lectores vamos a filosofar. Creo que ante todos los acontecimientos que suceden en nuestra comunidad y en el mundo, bien puedo hacer un alto, algo así como un paréntesis, para plasmar en este valioso espacio algunos de mis pensamientos y sentires.
Me atrevo a afirmar que hasta el más escéptico de los mortales, tiene necesariamente algo de misticismo oculto. El ego funciona de esta manera, porque de sobra sabemos que cada persona es única, pueden existir similitudes, pero nadie se repite, jaja. Esto me recuerda un poco al artículo de Celeste mi paciente, quien comenta en él, que cuando le dije que su cuerpo era perfecto pensó que yo estaba medio loca, y tiene razón, porque acostumbramos a ver la perfección como un símbolo de belleza escultural, cuando en realidad basta y sobra con mirarnos al espejo y ver que independientemente de cualquier carencia somos perfectos en todo. Dícese de perfección que todo está en donde debiese estar y todo es como debiese ser.
Dentro de nuestras herencias, están los patrones de conducta, que consiente o inconsientemente en muchas de las ocasiones hacemos que se manifiesten aburridamente repetibles. Ojalá y pudiésemos darnos cuenta que dentro de nuestras capacidades esta el ser originales. Que sería de mucho beneficio para la humanidad el no pertenecer a una cadena de errores e incluso aciertos, cometidos una y otra vez por nuestras generaciones pasadas. Qué tal si hoy decidimos ser auténticos. Ser únicos y muy, muy originales. Les propongo algo. Dado que si hacemos un análisis de lo que alguna vez soñamos seríamos, y que hoy no somos. Y dado también, que la muerte es una compañera silenciosa que permanece a nuestro lado a cada instante, ya que de nada podemos estar seguros excepto de que alguna vez hemos de morir, si así tiene y debe ser, entonces por qué tanto miedo a ser lo que auténtica y verdaderamente tenemos, queremos y debemos ser.
No creen que es el momento de de decir YA BASTA.
Resulta, lo sé, muy difícil y tremendamente doloroso modificar, cambiar y despedirse de toda un camino de ideas, historias, anécdotas y suposiciones, pero no creen que sería muy valioso rebelarnos y lograr ser alguien que marque la diferencia. Cuando digo rebelarnos no estoy hablando de guerra, sino de paz, una paz que solo se logra con la convicción de que hemos cumplido con nuestros deseos y necesidades.
Lo contrario al amor no es el odio, es el miedo. A qué le podemos temer, si como quiera hemos de morir.
Dijo Jesús "CONOCE LA VERDAD, Y LA VERDAD TE HARÁ LIBRE". ¿Qué clase de libertad deseas?
Quieres un mundo en el que las personas se respeten, uno en el que cada quien reconozca el valor de cada cual, un sitio donde puedas tener la seguridad de que puedes ser quien eres sin temor a los reproches, a la indiferencia o al rechazo. El primer paso es aceptar quién eres. El día que te ames, te respetes y te aceptes, ese día amarás, respetarás y aceptarás a los demás. Nadie da lo que no tiene, nadie habla de lo que no conoce. Conócete a ti mismo y conocerás esta vida y este universo, que por muy distorsionado e inadecuado que te parezca es con el único que cuentas.
¿Cuál es tu valor más preciado?
Bueno pues debes saber que ese que pensaste, ese es. No importa que nadie lo apruebe, no es necesario que nadie esté de acuerdo. El verdadero significado es el que tú le des. Eso es todo, y con eso es suficiente, no se trata de convencer a nadie, no se trata de dar gusto a nadie. Se trata de ser feliz, pleno y completo. En la medida que tengamos claridad, en esa misma medida dejaremos de sentir frustración y dejaremos de culpar a los demás de lo que somos, de lo que no somos, de lo que sentimos y de lo que nos pasa.
Las guerras dejarán de existir el día en que cada uno reconozcamos que somos responsables de todo lo que hemos y tenemos que vivir porque así lo elegimos.
Nadie, absolutamente nadie es responsable de tu vida, ni de la mía.
Eres y soy la manifestación física de la divinidad plasmada desde el pensamiento que cada uno generamos, si de verdad quieres cambiar tu realidad, debes modificar tus pensamientos, porque solo soy y solo eres lo que deseas manifestar ser.
Dime qué deseas, una figura esbelta y saludable.
ES TUYA.
A partir de hoy solo porque tus deseos son órdenes.
Liliana.

martes, 2 de marzo de 2010

ENTRE MÁS CERCA SE ESTÁ DE LA CIMA....

Para quienes como yo, desean alcanzar una meta, me imagino que ya habrán experimentado lo difícil que es llegar, cuando cada vez falta menos. Sabe Dios por qué será, que en cuanto el camino se torna menos largo, más pesada se hace la llegada. Tal vez sea por cansancio, o puede ser porque nos resistimos a admitir y aceptar que lo estamos logrando. La mayoría de las personas por naturaleza, hemos caminado en esta vida de acuerdo a la educación y enseñanza de todos aquellos que ya estaban aquí, antes que nosotros. Por lo tanto hemos heredado todo lo bueno que nuestros antecesores poseían, pero también todas las limitaciones que de alguna manera también ellos heredaron. Soy una fiel creyente de que existe un poder divino que va más allá del entendimiento humano. Que de algún modo nos posibilita para crear y hacer cosas que tal vez nunca imaginamos. Pero también pienso que son muchos los momentos en que nos boicoteamos, nos quitamos el permiso de conseguir ser la imagen de la perfección manifiesta, dígase más que la perfección, la totalidad absoluta de lo que un ser humano puede con todas sus limitaciones llegar a ser.
No lo digo yo, lo dice la Biblia, lo dicen todos los seres iluminados que han tocado la tierra, somos HIJOS, Y POR LO TANTO HEREDEROS. Somos herederos en el buen sentido de la palabra. Herederos de todo lo bueno, de todo lo maravilloso. Herederos de la abundancia. Abundancia de cosas, de amor, de felicidad y de salud. Que quede claro que no somos de ninguna forma herederos de la grasa acumulada de alguien más.
De hecho podemos decidir qué de las cosas, ideas, pensamientos, situaciones, creencias, hábitos etc. queremos heredar.
Cambiar patrones de conducta es posible, modificar actitudes es posible, ser cada día mejores no es solo posible sino indispensable.
Tengo un amigo que es alpinista de hueso colorado, goza trepando cerros, "haciendo cima" como comenta. Como es un pasatiempo que le apasiona pues viaja y busca retos. No estamos hablando de subir Chipinque, se trata de metas altas, como un Aconcagua. Imagínense soportar la nieve, el frío, el declive que se torna cada vez más difícil a medida que se está a unos cuantos metros de llegar a la cima. Se necesita entrenamiento, equipo, pero sobre todo voluntad y una extraordinaria actitud mental.
Similar a esto sucede con el asunto de la bajada de peso. En mi experiencia muchos de mis pacientes arrancan con mucho ímpetu, he tenido casos de 25 kilos en solo tres meses y sin muletillas (pastillas, termogénicos o anoréxicos). Estarán de acuerdo que si alguien quiere eliminar 35 kilos y consigue quitarse 25, usando la lógica los restantes 10 pues son cosa de casi nada. Primero sucede que se estancan, durante algunas semanas no hay progreso, luego curiosamente inicia el retroceso, la imposibilidad de avance crea frustración, la frustración provoca desánimo y por último el abandono absoluto. Este abandono provoca lo que yo llamo el síndrome de los extremos, que no es otra cosa que pasar de un régimen equilibrado y mesurado, a uno de excesos y abusos saturado de compulsión. Es así como casi todos aquellos que casi llegan a su meta en ocasiones se trasladan más atrás de la salida. Lo más triste es tienen que recomenzar, volver a recorrer el mismo camino y un poco más.
Si la idea es pasar de ser obeso a un esbelto saludable hay que hacer lo mismo que mi amigo el alpinista. Hay que entrenar, preparase física y mentalmente, tener un guía y el equipo elemental para poder triunfar. Se requiere entusiasmo, optimismo, ganas, actitud mental. Se debe estar dispuesto a invertir tiempo, un poco de esfuerzo y buscar un buen apoyo que te impulse a continuar por el camino menos sinuoso y más divertido.
Modificar la equivocada idea de que alimentarse sanamente es sacrificado y aburrido, antes al contrario es divertido y placentero, pero no es mágico y tiene un pequeño costo.
Digo pequeño, porque es cuestión de organización y disciplina. A grandes males, grandes remedios. Hay que darle con todo, finalmente se trata de nuestra vida.
Cuando estés a punto de llegar a la cima, date un espacio, un respiro, pero no emprendas la retirada, tienes el resto que te queda del tiempo en esta vida para llegar.
Liliana.

lunes, 1 de marzo de 2010

LA REVANCHA DEL TACO

No sé que opines, pero yo creo que todo tiene energía. Pienso que cada cosa tiene su esencia. Por ejemplo: cuando digo la palabra hamburguesa, tu no te imaginas un trozo de pizza, si digo manzana tu no piensas en una naranja. Así de simple y de complejo, cada cosa la identificamos por un nombre, a esto es a lo que yo llamo identidad.
En un acto de conciencia, es indispensable reconocer que hemos cometido un abuso y hemos demostrado una total falta de respeto hacia los alimentos, mismos que de alguna manera están tomando venganza, convirtiéndose en el enemigo número uno para nuestra salud.
Nutrirnos se ha convertido en algo mecánico, cuando en realidad debiese ser un momento solemne, ya que es la forma de proporcionarle al cuerpo las sustancias necesarias para continuar con vida y con salud. Se supone que científicamente hablando somos animales mamíferos, pero lo que nos distingue del resto es que podemos razonar, o sea pensar, lo que a su vez significa que tenemos grandes ventajas y lo que para las demás especies representa un acto instintivo, para nosotros debiese ser todo un ritual. Desde preparar lo que vayamos a comer, hasta la forma de servirlo, por último lo más importante: sentir agradecimiento.
noooooooooooo, al contrario, comemos parados, en ocasiones hasta en el coche, hablando por teléfono al mismo tiempo, literalmente...nos vale.
Voy a emplear una metáfora que tal vez resulte un tanto absurda pero que finalmente escenifica una realidad en relación con la comida.
Como soy mexicana me gusta poner ejemplos con tacos, pero consideren que se puede tratar de cualquier alimento.
Viene el cuento.
Había una vez un taco, que vivía en una comunidad donde todos eran tacos. Los había de machacado con huevo, frijolitos, picadillo, nopales, queso, chorizo, papita, chile relleno, barbacoa, deshebrada, chicharrón; digamos que era toda una ciudad de ricos y felices tacos de todas la variedades. Pese a que cada taco sabe que existe para terminar en el aparato digestivo de algún hombre o mujer que decida escogerlo para ser comido, en el fondo desea desaparecer con dignidad. El taquito considera que vale la pena convertirse en la energía que dará vida a la maravillosa máquina que es el cuerpo. Se siente honrado de ser el elegido para estar en el plato que alimentará a su queridísimo amo. Imagínense al taco en espera de su sentencia a muerte, y además lo hace con gusto. Sin embargo llega el humano, ensimismado, dispuesto a dar su próxima comida y con una gran soberbia, se sienta y sin mas ni mas, come, como no lo hace con conciencia pues termina comiendo de más.El pobre taco, sabe que el individuo no se da cuenta de cuánto come, por lo tanto en definitiva muchos de sus hermanos tacos terminarán como el, en la panza de alguien que ni siquiera lo miró antes de ingerirlo, y mucho menos le agradeció estar dispuesto a dar su vida para mantener la de el. El taquito desilusionado se molesta, le enfurece saber que no se le tomó en cuenta y que de ninguna manera se le mostró respeto a su tan sacrificada disponibilidad, entonces...decide vengarse y transformarse en un horrendo monstruo, es así como produce gases, gastritis, colitis o cualquier tipo de malestar estomacal. En el fondo lo que esta tratando de decir es: "a ver si para la próxima pones más cuidado y atención, es más para que se te quite lo inconsciente te voy a engordar, yo y mi querida familia de tacos en lugar de proporcionarte el placer que mereces al comernos, hemos decidido engordarte y junto con el resto de la comida que es también nuestra amiga, te vamos a torturar y vamos a fabricar en tu magnífico cuerpo una cantidad de depósitos de grasa, con una inmensa panza, ya verás que nunca más volverás a mostrarnos indiferencia, antes al contrario tendrás que borrarnos de tu menú, vas a tener que pensarlo muy bien la próxima vez que desees comernos de nuevo".Así es como nos convertimos en esclavos de la comida. Es de este modo que los alimentos se convierten en nuestros enemigos, cuando inicialmente son amigos fieles.
Siempre estamos a tiempo de reconsiderar, nunca es tarde para modificar actitudes. Comencemos por tratar de reconciliarnos con la comida, tengamos por lo menos la generosidad de observar con gratitud aquello que tenemos en el plato. Démosle un pequeño espacio de nuestro tiempo. Es muy posible que en el futuro si comemos con conciencia los alimentos nos perdonen y decidan no volvernos a engordar.
Liliana.