
¿Cuál es la verdad?, ¿Quién soy, quién fui y quién seré?
Me imagino que tal vez puedan pensar: ¿por qué esta tipa habla de estas cosas en un blog que se supone solo debe estar dedicado a la nutrición?
Pues bien. Hoy decidí darme el permiso de platicarles algo diferente a lo que siempre escribo. Hoy mis queridos lectores vamos a filosofar. Creo que ante todos los acontecimientos que suceden en nuestra comunidad y en el mundo, bien puedo hacer un alto, algo así como un paréntesis, para plasmar en este valioso espacio algunos de mis pensamientos y sentires.
Me atrevo a afirmar que hasta el más escéptico de los mortales, tiene necesariamente algo de misticismo oculto. El ego funciona de esta manera, porque de sobra sabemos que cada persona es única, pueden existir similitudes, pero nadie se repite, jaja. Esto me recuerda un poco al artículo de Celeste mi paciente, quien comenta en él, que cuando le dije que su cuerpo era perfecto pensó que yo estaba medio loca, y tiene razón, porque acostumbramos a ver la perfección como un símbolo de belleza escultural, cuando en realidad basta y sobra con mirarnos al espejo y ver que independientemente de cualquier carencia somos perfectos en todo. Dícese de perfección que todo está en donde debiese estar y todo es como debiese ser.
Dentro de nuestras herencias, están los patrones de conducta, que consiente o inconsientemente en muchas de las ocasiones hacemos que se manifiesten aburridamente repetibles. Ojalá y pudiésemos darnos cuenta que dentro de nuestras capacidades esta el ser originales. Que sería de mucho beneficio para la humanidad el no pertenecer a una cadena de errores e incluso aciertos, cometidos una y otra vez por nuestras generaciones pasadas. Qué tal si hoy decidimos ser auténticos. Ser únicos y muy, muy originales. Les propongo algo. Dado que si hacemos un análisis de lo que alguna vez soñamos seríamos, y que hoy no somos.
Y dado también, que la muerte es una compañera silenciosa que permanece a nuestro lado a cada instante, ya que de nada podemos estar seguros excepto de que alguna vez hemos de morir, si así tiene y debe ser, entonces por qué tanto miedo a ser lo que auténtica y verdaderamente tenemos, queremos y debemos ser.

No creen que es el momento de de decir YA BASTA.
Resulta, lo sé, muy difícil y tremendamente doloroso modificar, cambiar y despedirse de toda un camino de ideas, historias, anécdotas y suposiciones, pero no creen que sería muy valioso rebelarnos y lograr ser alguien que marque la diferencia. Cuando digo rebelarnos no estoy hablando de guerra, sino de paz, una paz que solo se logra con la convicción de que hemos cumplido con nuestros deseos y necesidades.
Lo contrario al amor no es el odio, es el miedo. A qué le podemos temer, si como quiera hemos de morir.
Dijo Jesús "CONOCE LA VERDAD, Y LA VERDAD TE HARÁ LIBRE". ¿Qué clase de libertad deseas?

Quieres un mundo en el que las personas se respeten, uno en el que cada quien reconozca el valor de cada cual, un sitio donde puedas tener la seguridad de que puedes ser quien eres sin temor a los reproches, a la indiferencia o al rechazo. El primer paso es aceptar quién eres. El día que te ames, te respetes y te aceptes, ese día amarás, respetarás y aceptarás a los demás. Nadie da lo que no tiene, nadie habla de lo que no conoce. Conócete a ti mismo y conocerás esta vida y este universo, que por muy distorsionado e inadecuado que te parezca es con el único que cuentas.
¿Cuál es tu valor más preciado?
Bueno pues debes saber que ese que pensaste, ese es. No importa que nadie lo apruebe, no es necesario que nadie esté de acuerdo. El verdadero significado es el que tú le des. Eso es todo, y con eso es suficiente, no se trata de convencer a nadie, no se trata de dar gusto a nadie. Se trata de ser feliz, pleno y completo. En la medida que tengamos claridad, en esa misma medida dejaremos de sentir frustración y dejaremos de culpar a los demás de lo que somos, de lo que no somos, de lo que sentimos y de lo que nos pasa.
Las guerras dejarán de existir el día en que cada uno reconozcamos que somos responsables de todo lo que hemos y tenemos que vivir porque así lo elegimos.
Nadie, absolutamente nadie es responsable de tu vida, ni de la mía.
Eres y soy la manifestación física de la divinidad plasmada desde el pensamiento que cada uno generamos, si de verdad quieres cambiar tu realidad, debes modificar tus pensamientos, porque solo soy y solo eres lo que deseas manifestar ser.
Dime qué deseas, una figura esbelta y saludable.
ES TUYA.
A partir de hoy solo porque tus deseos son órdenes.
Liliana.
2 comentarios:
Me gusto tu comentario, muy buen análisis te felicito.
Rocío Benavente.
Me encanta el blog! LLegué aqui por el de Liliana y los dos me encantan =)
Saludos!
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