Casi todo lo que las personas escribimos ya sea en libros o artículos habla de quiénes somos. Lo que hacemos, aquello a lo que nos dedicamos en cierta forma nos describe. Los temas de los que hablamos, los sitios a donde acudimos con frecuencia, las personas con las que convivimos, la ropa que usamos...todo...todo...absolutamente todo con lo que estamos en contacto tiene relación directa con cada uno de nosotros.
Ya en otras ocasiones he mencionado que el próximo mes de agosto de este 2012 cumplo 30 años de dedicarme al asunto de la nutrición, es decir de la nutrición física de la gente. En general aunque me gusta la comida, y me gusta mucho la comida, no puedo decir que he tenido un problema muy serio en cuanto a lo que en cantidades de alimento se refiere, o sea aunque en muchas ocasiones he comido compulsivamente, nunca he permitido que la comida se apodere de mi vida. Hoy por hoy sigo conservando un peso y figura aceptables. Sin embargo, puedo entender ese deseo incontrolable por comer, que en ocasiones se apodera de la gente, debido a que en algún momento a mi me ha sucedido. Casi todas las personas (no todas), buscan una forma de llenar algún hueco emocional a través de sustitutos, en muchísimas ocasiones equivocados. El cigarro, el alcohol, una relación patológica, las drogas, el trabajo y por supuesto la comida, son algunas de las muchas opciones que utilizamos para llenar nuestros vacíos existenciales.

Durante al rededor de cuatro meses pedí voluntad todos los días, todas las mañanas prendía una vela y afirmaba insistentemente que yo era voluntad. Todavía hoy lo sigo haciendo, sigo encendiendo mi vela y afirmando todo lo que soy. Siempre digo: YO SOY SABIDURÍA, YO SOY VOLUNTAD, YO SOY LUZ, YO SOY AMOR, YO SOY SALUD, YO SOY PROSPERIDAD, YO SOY FELICIDAD, YO SOY ÉXITO, YO SOY LOGROS, YO SOY COMPASIÓN. Lo repito una y otra vez y lo vuelvo a repetir.
Un día después de casi cuatro meses de afirmar que yo era voluntad desperté una mañana y dije: HASTA HOY, ¡NI UN CIGARRO MÁS, EN MI VIDA! No solo eso, dejé también de beber alcohol, no consumo refrescos, ni tampoco frituras de bolsa. De hecho hay muchas cosas que ahora hago solo para demostrarme a mi misma que puedo tener la voluntad de hacerlo.

Ha pasado mucho tiempo, no sé cuánto exactamente desde la última vez que tuve un cigarro en mi boca. Y pasará el resto de mi vida y mi boca y mis manos estarán libres siempre del olor a cigarro y de los venenos que en él existen. Y el veneno más grande que aporta a nuestra vida el exceso en cualquier cosa es el yugo que representa y el saber que algo fuera de nosotros nos controla. Ese es el verdadero tormento. Hay mucha gente que se justifica diciendo que de algo hemos de morir. En mi caso muy particular no se trata de la muerte que indudablemente es parte del proceso de vida, sino de cómo deseo vivir.

Hoy solo puedo decirte que mi vida es literalmente otra. Cada vez que atiendo a uno de mis pacientes me siento tremendamente orgullosa de mi, porque si bien siempre he hecho correctamente mi trabajo porque nunca he sido obesa, hoy hago perfectamente mi trabajo porque puedo decirle a alguien que desea erradicar algún hábito indeseable en su vida que yo puedo ayudarle a lograrlo, porque SI YO PUDE Y PUEDO...TÚ TAMBIÉN.
LILIANA.
1 comentario:
Hermosas palabras. Dios te bendiga!
Irene
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