POR QUÉ DEBERÍAS ELEJIR TRATAR TU PADECIMIENTO CONMIGO.

El objetivo principal de mi tratamiento es utilizar la alimentación como un medio para el crecimiento y realización de mi paciente tanto en el aspecto físico, como en el emocional y espiritual.
Cualquier desajuste o carencia la transformo en una área de oportunidad para capitalizar las experiencias. La idea es lograr que mi paciente elimine permanentemente la grasa corporal en exceso o bien erradique ese hábito indeseable que tanto le molesta y le perjudica. Que mejore simultáneamente todas las demás áreas de su vida. Enriqueciendo su día a día, a través de una serie de intenciones cotidianas que harán del tratamiento algo único, personal, sencillo y versátil, más que nada divertido y estimulante.
Si acudes a tus citas tu éxito esta garantizado.

lunes, 13 de febrero de 2012

SI YO PUDE Y PUEDO...TU TAMBIÉN.

Casi todo lo que las personas escribimos ya sea en libros o artículos habla de quiénes somos. Lo que hacemos, aquello a lo que nos dedicamos en cierta forma nos describe. Los temas de los que hablamos, los sitios a donde acudimos con frecuencia, las personas con las que convivimos, la ropa que usamos...todo...todo...absolutamente todo con lo que estamos en contacto tiene relación directa con cada uno de nosotros.
Ya en otras ocasiones he mencionado que el próximo mes de agosto de este 2012 cumplo 30 años de dedicarme al asunto de la nutrición, es decir de la nutrición física de la gente. En general aunque me gusta la comida, y me gusta mucho la comida, no puedo decir que he tenido un problema muy serio en cuanto a lo que en cantidades de alimento se refiere, o sea aunque en muchas ocasiones he comido compulsivamente, nunca he permitido que la comida se apodere de mi vida. Hoy por hoy sigo conservando un peso y figura aceptables. Sin embargo, puedo entender ese deseo incontrolable por comer, que en ocasiones se apodera de la gente, debido a que en algún momento a mi me ha sucedido. Casi todas las personas (no todas), buscan una forma de llenar algún hueco emocional a través de sustitutos, en muchísimas ocasiones equivocados. El cigarro, el alcohol, una relación patológica, las drogas, el trabajo y por supuesto la comida, son algunas de las muchas opciones que utilizamos para llenar nuestros vacíos existenciales.
Hoy quiero contarte una historia, es acerca de Mí. Si bien la comida no es en sí mi talón de Aquiles, hay otras cosas que si lo fueron. Yo fumé durante al rededor de 28 años. La primera vez que le di el famoso toque o sea que me pasé el humo hasta los pulmones tendría yo, al rededor de 18 años. Desde entonces y hasta hace como un año (no tengo la fecha exacta), a excepción de en mis embarazos o cuando estaba lactando o internada en el hospital, siempre fumé. Intenté dejar de hacerlo un sin fin de ocasiones y fallé, fallé muchas veces. Iniciaba muy bien y nada más vivía un momento de desequilibrio existencial, como un enojo, molestia o inconveniente con alguien, y en automático deseaba tener un cigarro en mis manos y luego en mi boca. No era muy honesto de mi parte decirle a las personas que controlaran su modo de comer, si yo no podía controlar mi manera de fumar. Deseo ser congruente con lo que pienso, con lo que digo y con lo que hago. Descubrí que si no puedo ser capaz de sanar en Mí aquello que los demás deben sanar en ellos mismos, entonces no podré nunca ayudarles a hacerlo.
Durante al rededor de cuatro meses pedí voluntad todos los días, todas las mañanas prendía una vela y afirmaba insistentemente que yo era voluntad. Todavía hoy lo sigo haciendo, sigo encendiendo mi vela y afirmando todo lo que soy. Siempre digo: YO SOY SABIDURÍA, YO SOY VOLUNTAD, YO SOY LUZ, YO SOY AMOR, YO SOY SALUD, YO SOY PROSPERIDAD, YO SOY FELICIDAD, YO SOY ÉXITO, YO SOY LOGROS, YO SOY COMPASIÓN. Lo repito una y otra vez y lo vuelvo a repetir.
Un día después de casi cuatro meses de afirmar que yo era voluntad desperté una mañana y dije: HASTA HOY, ¡NI UN CIGARRO MÁS, EN MI VIDA! No solo eso, dejé también de beber alcohol, no consumo refrescos, ni tampoco frituras de bolsa. De hecho hay muchas cosas que ahora hago solo para demostrarme a mi misma que puedo tener la voluntad de hacerlo.
De las razones más poderosas que me motivan a seguir firme y no volver a prender un cigarrillo no es solo mi salud, tampoco el empoderamiento que me da el decidir conscientemente sobre lo que deseo o no hacer, esto me encanta, me fascina cuidar mi salud y por supuesto sentirme dueña de mi vida y mis desiciones, sin embargo mi motivación más grande, la más fuerte y poderosa fueron mis PACIENTES. Hay mucha gente que pone su confianza en mi y que desea recuperar su figura, que desea comer sin culpa, que anhela caminar sin tener que cargar con ese exceso que le aletarga. Estoy convencida de que SI YO PUDE Y PUEDO...ELLOS TAMBIÉN. Y no existe manera más eficaz de transmitir el mensaje de fe y de esperanza a menos de que esto sea verdad. Así que me di mi palabra y la pienso cumplir, porque para mi no hay nada más poderoso y honorable que mi palabra y la palabra de cada uno de ustedes (esto lo aprendí de mi paciente, maestro y amigo Erick). Gracias Erick.
Ha pasado mucho tiempo, no sé cuánto exactamente desde la última vez que tuve un cigarro en mi boca. Y pasará el resto de mi vida y mi boca y mis manos estarán libres siempre del olor a cigarro y de los venenos que en él existen. Y el veneno más grande que aporta a nuestra vida el exceso en cualquier cosa es el yugo que representa y el saber que algo fuera de nosotros nos controla. Ese es el verdadero tormento. Hay mucha gente que se justifica diciendo que de algo hemos de morir. En mi caso muy particular no se trata de la muerte que indudablemente es parte del proceso de vida, sino de cómo deseo vivir.
No extraño lo que me hace daño. Antes al contrario, cuando recuerdo lo que eso producía en mi, siento pena por todos los años de mi vida que pudieron haber sido diferentes. Reconozco que alguna vez llegué incluso a llorar en soledad porque tenía que enfrentar alguna situación inconveniente sin nunguna de mis muletas, viví de algún modo el famoso síndrome de abstinencia y por supuesto alguna vez he sentido autocompasión.
Hoy solo puedo decirte que mi vida es literalmente otra. Cada vez que atiendo a uno de mis pacientes me siento tremendamente orgullosa de mi, porque si bien siempre he hecho correctamente mi trabajo porque nunca he sido obesa, hoy hago perfectamente mi trabajo porque puedo decirle a alguien que desea erradicar algún hábito indeseable en su vida que yo puedo ayudarle a lograrlo, porque SI YO PUDE Y PUEDO...TÚ TAMBIÉN.
LILIANA.

1 comentario:

Irene Espino dijo...

Hermosas palabras. Dios te bendiga!

Irene