
Cuando cursaba el sexto grado de primaria teniendo apenas doce años, me di cuenta que existía una no muy exagerada, pero sí notoria diferencia entre mi aspecto físico y el de la mayoría de mis compañeras. Si bien no era la única en esas condiciones, no dejaba de molestarme el hecho de pertenecer al “grupito” de niñas desarrolladas, que evidentemente se ven más robustas. A partir de entonces me surgió la inquietud de aprender todo lo relacionado con la estructura y funcionamiento del cuerpo humano. Debe haber sido sin duda en esa época que comenzó a gestarse en mí, la idea de estudiar formalmente, una carrera profesional relacionada con Nutrición. Reconozco que el deseo de hacerlo, no era con el fin de quedarme con el conocimiento o solo memorizar definiciones y cantidades. El propósito real fue y sigue siendo, poder compartir dicho aprendizaje, con la mayor cantidad de personas que me fuese posible, y ayudarles a crear una conciencia dirigida a mejorar su ingesta nutricional y que con esto, se les facilite llevar a cabo las actividades que cada quien se proponga día con día, sin sentir agotamiento o desgaste físico o mental y lograr así tener una existencia plena y llena de realizaciones.
Han pasado muchos años desde entonces. Todavía hoy sigo convencida de que cada individuo tiene la obligación de saber, qué requiere su cuerpo y cual es la mejor forma de proporcionárselo, y que desconocerlo es una irresponsabilidad que no debemos permitirnos, si deseamos conservar la vida y la salud.
Es casi seguro que si usted esta leyendo este texto, pertenece al grupo de personas preocupadas por verse y sentirse bien, y que de hecho usted haya escuchado, visto o leído algo acerca de los minerales.
Los Minerales son un grupo de nutrimentos inorgánicos tan importante e indispensable como las vitaminas, los hidratos de carbono, las proteínas, las grasas o el agua. Constituyen el 4% del total del peso del cuerpo, no aportan calorías y se consideran nutrientes esenciales ya que es indispensable consumirlos de alguna fuente externa para que puedan ser utilizados por el organismo. Forman parte de la estructura de tejidos como huesos y dientes. Además, regulan la transmisión neuromuscular, la permeabilidad de las membranas celulares, el balance hidroelectrolítico y el equilibrio ácido-base. Los principales minerales en el cuerpo humano son: calcio, hierro, potasio, sodio, fósforo, cloro, azufre, magnesio, manganeso, yodo, flúor, zinc, cobalto, cobre, molibdeno, cromo y selenio.
El calcio en conjunto con el fósforo, son los dos componentes más importantes de los huesos y dientes en los seres humanos. Son también indispensables en el funcionamiento muscular, el estímulo nervioso, transporte de oxígeno y actividad enzimática y hormonal. Un aporte adecuado de calcio es importante cubrirlo durante toda la vida, pero para los niños y las mujeres arriba de los 40 años lo es todavía más. Cabe señalar que del 1.5 al 2 por ciento del peso corporal son proporcionados por el calcio y que constituye el 39 por ciento del total de los minerales. Mientras que el fósforo forma el 22 por ciento de los minerales totales.
Se recomienda consumir leche, queso, yogurt y tortilla de maíz fortificada con calcio, para cubrir satisfactoriamente con las demandas de este mineral. Mientras que para cubrir las necesidades de fósforo es necesario consumir suficiente carne, pollo, pescado, huevo, leche, nueces y leguminosas.
Es increíble que la mayor parte de los minerales se encuentren en cantidades tan pequeñísimas formando parte del cuerpo, y que aun así la deficiencia o ausencia de estos, pueda privarnos de la salud y hasta de la vida. Por ejemplo el hierro, son solo de 3 a 5 gramos en total, la mayor parte de este se encuentra en la sangre como componente de la hemoglobina. Su principal función es transportar oxígeno a diferentes partes del cuerpo. Una carencia de hierro provoca una enfermedad llamada anemia. Las mujeres en edad fértil son quienes mas cuidado deben tener con el consumo de este mineral en su dieta, ya que se pierden pequeñas cantidades durante la menstruación. En una persona sana y que no este en edad reproductiva el hierro es un mineral que ni se destruye ni se agota, es decir, es una sustancia que no necesita ser eliminada por el cuerpo. Esta es la razón por la que los complementos nutricionales de buena calidad no deben incluir al hierro como parte de ellos, ya que el consumo excesivo de este nutriente puede causar toxicidad. Las fuentes principales de hierro son la carne (específicamente el hígado), pescado, huevos, leguminosas y hortalizas de hojas verdes.
Existen tres minerales que se encuentran íntimamente ligados entre sí y que deben mantenerse proporcionalmente equilibrados estos son, el sodio, el cloro y el potasio. Unidos cumplen cuando menos cuatro funciones fisiológicas básicas que incluyen: 1) la conservación de la distribución y equilibrio normales del agua, 2) la conservación del equilibrio osmótico normal, 3) la conservación del equilibrio ácido-básico y 4) la conservación de la irritabilidad muscular. Es muy difícil tener una carencia de alguno de estos minerales, sin embargo en casos como diarrea, vómito o ejercicio excesivo así como en temporadas de mucho calor es sumamente importante vigilar que el consumo de estos nutrientes sea adecuado para no perder el equilibrio de su contenido en el cuerpo.
En cuanto al resto de los minerales como el azufre que forma parte de los aminoácidos, el zinc que está vinculado con una serie de enzimas indispensables en el cuerpo, el flúor que se encuentra principalmente en el agua potable que bebemos y ayuda a mantener la integridad de los dientes previniendo las caries, el yodo que se requiere como componente esencial en las hormonas producidas por la glándula tiroides y que llega a nosotros consumiendo la sal de mesa yodatada, y en fin todos los demás que ya mencionamos anteriormente y todos los que día con día la ciencia se encarga de descubrir de que manera intervienen en algún proceso fisiológico del cuerpo, regularmente los podremos consumir sin que nos alarme una deficiencia de ellos, siempre y cuando la dieta sea suficiente en calorías con la proporción correcta de proteínas, grasas e hidratos de carbono, mixta y variada que incluya productos animales y vegetales, que además contenga alrededor de 4 ó 5 gramos de sal común y alrededor de dos litros de agua pura.
Como siempre considero que acudir con un especialista y preocuparnos por aprender cada día más acerca de los nutrientes y su función en el cuerpo, es la mejor forma de prevenir cualquier enfermedad relacionada con algún desequilibrio nutricional.
Es casi seguro que si usted esta leyendo este texto, pertenece al grupo de personas preocupadas por verse y sentirse bien, y que de hecho usted haya escuchado, visto o leído algo acerca de los minerales.
Los Minerales son un grupo de nutrimentos inorgánicos tan importante e indispensable como las vitaminas, los hidratos de carbono, las proteínas, las grasas o el agua. Constituyen el 4% del total del peso del cuerpo, no aportan calorías y se consideran nutrientes esenciales ya que es indispensable consumirlos de alguna fuente externa para que puedan ser utilizados por el organismo. Forman parte de la estructura de tejidos como huesos y dientes. Además, regulan la transmisión neuromuscular, la permeabilidad de las membranas celulares, el balance hidroelectrolítico y el equilibrio ácido-base. Los principales minerales en el cuerpo humano son: calcio, hierro, potasio, sodio, fósforo, cloro, azufre, magnesio, manganeso, yodo, flúor, zinc, cobalto, cobre, molibdeno, cromo y selenio.
El calcio en conjunto con el fósforo, son los dos componentes más importantes de los huesos y dientes en los seres humanos. Son también indispensables en el funcionamiento muscular, el estímulo nervioso, transporte de oxígeno y actividad enzimática y hormonal. Un aporte adecuado de calcio es importante cubrirlo durante toda la vida, pero para los niños y las mujeres arriba de los 40 años lo es todavía más. Cabe señalar que del 1.5 al 2 por ciento del peso corporal son proporcionados por el calcio y que constituye el 39 por ciento del total de los minerales. Mientras que el fósforo forma el 22 por ciento de los minerales totales.
Se recomienda consumir leche, queso, yogurt y tortilla de maíz fortificada con calcio, para cubrir satisfactoriamente con las demandas de este mineral. Mientras que para cubrir las necesidades de fósforo es necesario consumir suficiente carne, pollo, pescado, huevo, leche, nueces y leguminosas.
Es increíble que la mayor parte de los minerales se encuentren en cantidades tan pequeñísimas formando parte del cuerpo, y que aun así la deficiencia o ausencia de estos, pueda privarnos de la salud y hasta de la vida. Por ejemplo el hierro, son solo de 3 a 5 gramos en total, la mayor parte de este se encuentra en la sangre como componente de la hemoglobina. Su principal función es transportar oxígeno a diferentes partes del cuerpo. Una carencia de hierro provoca una enfermedad llamada anemia. Las mujeres en edad fértil son quienes mas cuidado deben tener con el consumo de este mineral en su dieta, ya que se pierden pequeñas cantidades durante la menstruación. En una persona sana y que no este en edad reproductiva el hierro es un mineral que ni se destruye ni se agota, es decir, es una sustancia que no necesita ser eliminada por el cuerpo. Esta es la razón por la que los complementos nutricionales de buena calidad no deben incluir al hierro como parte de ellos, ya que el consumo excesivo de este nutriente puede causar toxicidad. Las fuentes principales de hierro son la carne (específicamente el hígado), pescado, huevos, leguminosas y hortalizas de hojas verdes.
Existen tres minerales que se encuentran íntimamente ligados entre sí y que deben mantenerse proporcionalmente equilibrados estos son, el sodio, el cloro y el potasio. Unidos cumplen cuando menos cuatro funciones fisiológicas básicas que incluyen: 1) la conservación de la distribución y equilibrio normales del agua, 2) la conservación del equilibrio osmótico normal, 3) la conservación del equilibrio ácido-básico y 4) la conservación de la irritabilidad muscular. Es muy difícil tener una carencia de alguno de estos minerales, sin embargo en casos como diarrea, vómito o ejercicio excesivo así como en temporadas de mucho calor es sumamente importante vigilar que el consumo de estos nutrientes sea adecuado para no perder el equilibrio de su contenido en el cuerpo.
En cuanto al resto de los minerales como el azufre que forma parte de los aminoácidos, el zinc que está vinculado con una serie de enzimas indispensables en el cuerpo, el flúor que se encuentra principalmente en el agua potable que bebemos y ayuda a mantener la integridad de los dientes previniendo las caries, el yodo que se requiere como componente esencial en las hormonas producidas por la glándula tiroides y que llega a nosotros consumiendo la sal de mesa yodatada, y en fin todos los demás que ya mencionamos anteriormente y todos los que día con día la ciencia se encarga de descubrir de que manera intervienen en algún proceso fisiológico del cuerpo, regularmente los podremos consumir sin que nos alarme una deficiencia de ellos, siempre y cuando la dieta sea suficiente en calorías con la proporción correcta de proteínas, grasas e hidratos de carbono, mixta y variada que incluya productos animales y vegetales, que además contenga alrededor de 4 ó 5 gramos de sal común y alrededor de dos litros de agua pura.
Como siempre considero que acudir con un especialista y preocuparnos por aprender cada día más acerca de los nutrientes y su función en el cuerpo, es la mejor forma de prevenir cualquier enfermedad relacionada con algún desequilibrio nutricional.
Liliana.
4 comentarios:
Esta muy bueno su resumen de acuerdo con los minerales que consumimos en nuestra dieta .Me gusto mucho ya que con pocas palabras y bien explicado puede entender bien la importancia de estos minerales
HOLA
SPRO K sts mui bien
soy estudiante de preparatoria y ha decir verdad tengo una maestra muy exigente de salud y para hacer su tarea este articulo que publicast m sirvio mucho
gracias
Dra, Liliana en el pasado post deje un mensaje, pero creo que no se publico, tenia una duda, sobre las pastillas CLA (Acido Linolequico) de softgel, me las recomendaron como complemento para bajar de peso, usted que opina sobre ellas? ya que escuche que eran dañinas.
Espero sus comentarios,
Gracias
Graciela y Saul.
Graciela y Saul:
Disculpen por no haber contestado antes a su comentario. Sucede que en ocasiones cuando no tengo el correo de alguien batallo para contestar porque tengo un poco cargada mi agenda.
Con respecto a su pregunta, no me es fácil responder si es o no apropiado el consumo de este producto, en específico para ustedes porque desconozco su edad, su peso, su estatura y su estado general de salud,así como antecedentes familiares. Puede usarse como una medida alternativa para disminución de peso si su consumo no es exagerado, pero es muy importante considerar otros aspectos antes de tomarlos. Si me hicieran el favor de escribirme a mi correo aspectoysalud@hotmail.com con gusto les daré más detalles.
Gracias por su confianza.
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