POR QUÉ DEBERÍAS ELEJIR TRATAR TU PADECIMIENTO CONMIGO.

El objetivo principal de mi tratamiento es utilizar la alimentación como un medio para el crecimiento y realización de mi paciente tanto en el aspecto físico, como en el emocional y espiritual.
Cualquier desajuste o carencia la transformo en una área de oportunidad para capitalizar las experiencias. La idea es lograr que mi paciente elimine permanentemente la grasa corporal en exceso o bien erradique ese hábito indeseable que tanto le molesta y le perjudica. Que mejore simultáneamente todas las demás áreas de su vida. Enriqueciendo su día a día, a través de una serie de intenciones cotidianas que harán del tratamiento algo único, personal, sencillo y versátil, más que nada divertido y estimulante.
Si acudes a tus citas tu éxito esta garantizado.

viernes, 19 de junio de 2009

LA TORTILLA Y YO

A estas alturas ya deben saber que si me dedico a esto de combatir el sobrepeso pues es debido a que yo soy potencialmente una obesa. Y es que la verdad si a alguien le encanta la comida y sobre todo la bien elaborada y sazonada pues es a mí. Que diera yo por no tener interés en los deliciosos platillos, sobre todo por los salados y picantes. Bueno los dulces también, pero no tanto. Como soy mexicana, soy taquera de nacimiento y por tradición. Me encanta la tortilla de maíz, las de harina también, pero hoy le toca el privilegio de ser mencionada a la tan deliciosa y versátil: tortilla de maíz. No soy Regia de nacimiento, pero de mis casi 45 años tengo 44 de vivir en esta hermosa ciudad industrial.
Qué les puedo decir, aquí en Monterrey tenemos un verbo que se aplica comunmente; sobre todo por las mañanas, se llama taquear.
Taquear, dícese del acto de comer tacos. Todo el mundo cree que los tacos son malévolos, que son el anticristo de la figura delgada. De hecho hay una frase muy común que dice así: -síguele comiendo tortilla, ¿acaso no sabes con qué engordan a los marranos?. Se supone que a los marranos los engordan con maíz. Lo que la gente no sabe es que lo realmente insano de la tortilla, no es la tortilla en sí, sino la grasa que se le agrega, y sobre todo lo que lleva dentro. Es más, sé, que muchos de mis colegas critican el hecho de que yo en alguna ocasión y de forma temporal doy dietas a base de tacos, pero nadie puede negar la cruz de su parroquia. La tortilla no es tan mala (agradecidos deben estar los que comercializan la misma, pero no se preocupen, esta propaganda no tiene ningún costo), tiene alrededor de 50 calorías por pieza, deben saber que la mejor tortilla es la amarilla o sea la de nixtamal, no le quito el mérito a la blanca, pero la oscurita es más sana debido a que contiene hidratos de carbono resistentes, mismos que son más saludables debido a que mejoran la digestión, previenen ciertos tipos de cáncer y sobre todo contienen más fibra, sin olvidar por supuesto (esto puede ser cuestión de gustos) que saben más ricas.
Hoy justamente platicando con mis pacientes, les decía que no pasa nada si comemos tacos, ¿de qué?, de huevo, machaca, barbacoa, nopalitos, rajas, frijolitos con chorizo, de queso, de papa, de chilitos jalapeños rellenos de carne y queso, de picadillo, de carne deshebrada, de pollo, de camarón y hasta de chicharrón. Tacos pueden hacerse de lo que sea. El problema es la grasa que contiene cada taco y por supuesto el volúmen del contenido interior. Por eso creo que si es tanto el deseo y el antojo de comerse un taco, no hay nada mejor de que dicho taco sea casero. ¿Por qué?, porque así podemos decidir cuánta grasa le ponemos y cuánto relleno tendrá. Si tanto nos gustan los tacos pues adelante, pero no podemos de ninguna manera hacer una dieta de disminución, con una cantidad ilimitada de tortillas y de rellenos grasosos también. Lo que sí podemos hacer es calcular, 10 tortillas igual a 500 calorías o sea dos tacos por la mañana, cuatro en la comida y cuatro por la noche, el verdadero problema insisto no es la tortilla, es lo que lleva dentro. Un huevo tiene 70 calorías, y de uno podemos sacar tres tacos, los nopales son bastante bajos en calorías sobre todo si no contienen grasa, el queso panela es otra opción. Sin embargo lo más imporante es que el taco no esté frito, si lo doramos en aceite o manteca, la tortilla absorbe casi el doble de calorías con la grasa que le aplicamos y que la tortilla misma no contiene. Hoy hice una reflexión; si yo Liliana deseo comer tacos, y además me controlo al hacerlo, tal vez con doce tacos diarios sería suficiente para quedar satisfecha, por supuesto que además debería yo agregar verdura, como lechuga, tomate, cebolla, cilantro, repollo y por supuesto una deliciosa salsa con ajo, pero con poquito relleno y preparados al comal. También puedo proporcionarle a mi organismo unas cuatro porciones de fruta. Pero si se me ocurre dorar la tortilla en aceite y que mis taquitos estén bien crunchi o sea tronadores y duritos, pues ya sabrán, de dos mordidas me como un taco y cuatro nunca serán suficientes, como me gustan mucho, sería muy difícil parar. Por eso insisto: para ser flaca debo comportarme como una flaca, hacerle el feo a la grasa, sobre todo a la insana o sea a los ácidos grasos saturados (de origen animal), y a las grasas trans (las muy recalentadas y refritas). Uno de los aspectos que desespera y limita a todos quellos que quieren disminuin su grasa corporal, es la sola idea de no volver nunca a probar los alimentos que más les gustan, yo por eso dejo en claro que lo importante es la cantidad. No se trata de sufrir y pensar que nunca más podré comerme un taco, o un rozo de pizza o una hamburguesa, se trata de no abusar, de limitarse, de tener control. En una ocasión un paciente que no deseaba llevar una dieta, pero que quería bajar de peso me dijo que no podía comer cosas que no le gustaban, lo que le sugerí fué: sigue comiendo lo mismo pero limítalo a la mitad, el tipo disminuyó cerca de 30 kilos en 5 meses, siguió comiendo lo mismo pero la mitad. La comida es un regalo de Dios, es decir es un producto divino, cada quien y cada cual sabe que sería lo mejor para sí mismo, solo hay que controlar el comer con compulsión. Ya en otro artículo mencionaré los trucos para comer lo que nos gusta y además bajar de peso, y sobre todo disminuir la grasa corporal. Por lo pronto que les quede claro, nada es tan malo, todo depende, y depende de cómo lo llevemos a cabo. La vida se trata de ser feliz, a quién no le hace feliz un taco, una torta o un sandwich, pero el abuso es la verdadera situación a superar. Por lo tanto no es el tipo de comida, sino la cantidad. Vámosle poniendo un tope, total nada se pierde con procurar comer menos, si lo que comemos nos complace y nos gusta.
Yo ya hice las paces con la tortilla. Finalmente no solo me gusta, sino que me encanta, y no es tan dañina si lo que lleva dentro es saludable y bajo en calorías.
Liliana.

jueves, 18 de junio de 2009

GRACIAS LEO

El día de hoy recibí un comentario que me atrevo a publicar por lo completo y enriquecedor. Que maravilla que una persona se tome el tiempo para compartir conmigo y con ustedes su experiencia en el duro camino por combatir el sobrepeso, y no solo eso, además mantenerse firme en su meta. Aprecio mucho la detallada descipción que hace Leo (a quien por cierto no conozco) acerca de todos los beneficios y toda la superación que logró al mismo tiempo que consiguió alcanzar su objetivo. Admiro y respeto a los seres humanos que aportan eperanza, fé y confianza porque nos permiten darnos cuenta de que sí se puede.
Gracias por esto Leo.





Hola:
A penas leí este post, y está demasiado interrogativo jajaj! Trataré de enfocarme en algunas de las muchas preguntas que haces según la experiencia que me ha tocado vivir.
El sobrepeso:
- SÍ es un problema de salud.
- SÍ es causado por una adicción.
- SÍ debe tomarse en serio.
Estoy de acuerdo en que las personas valemos por lo que sentimos, pensamos, por nuestra capacidad creativa, nuestras múltiples habilidades y valores, soy la primera en aplaudir este punto de vista. Sin embargo, también es cierto que quien se quiere a si mismo, se cuida, se mima, se preocupa por su bienestar porque estando bien uno mismo, puede desarrollarse de manera más óptima. También concuerdo contigo en el siguiente punto que creo, es el más importante: la persona que logra combatir a la obesidad, que consigue transformar sus hábitos alimenticios, cambiar lo malo por lo bueno, y permanecer en la cima el resto de su vida, es una persona DIFERENTE al resto de los demás, y totalmente capaz de vencer cualquier otro reto que la vida le presente. Me atrevo a asegurar esto porque, "sufrir" el proceso que requiere la lucha contra el sobrepeso y salir vencedor, te da armas que te sirven de por vida:
- Adquieres seguridad.
- Aprendes mucho sobre diversos temas.
- Aprendes a disfrutar más los alimentos.
- Desarrollas hábitos saludables.
- Te interesas por el ejercicio.
- Conoces mucha gente.
- Te vuelves sensible a los problemas de los demás.
- Te sientes mejor y te ves mejor!
Y un sinfin de cosas más que te hacen sobresalir en tu casa, en tu trabajo, en tu vida y hasta convertirte en un ícono local, nacional o internacional! jaja se oye exagerado, pero es TOTALMENTE CIERTO.
Creo que ya me extendí mucho, y hay muchas de las preguntas que lanzaste que me gustaría contestar, debatir, etc. Pero mejor concluiré comentando que me encanta estar al pendiente de tu blog y el de Celeste, yo tengo mi propia "Liliana" que me ayudó a cumplir una meta en el pasado, que he mantenido gracias a Dios durante ya algunos añitos, y todo este proceso me ha servido bastante en muchísimos ambitos que jamás hubiera imaginado. Qué padre que pusiste ofertas en el verano! espero te caiga mucha gente y puedas ayudar a muchos más a alinearse por "el buen camino" jaja.
Ya me despido,
Saludos!
Leo =P

miércoles, 17 de junio de 2009

Y TU, ¿QUÉ OPINAS ?

Este escrito, más que ser informativo es de tipo reflexivo, y me encantaría poder contar con la opinión de cada uno de ustedes con respecto a este tan controvertido tema, que es además el motivo de todos mis escritos, la obesidad, el sobrepeso y todo lo que tenga que ver con esto.
¿Cómo creen que debería ser un tratamiento completo y efectivo para todas aquellas personas que desean eliminar la grasa excesiva de su cuerpo?, ¿Alguna vez han sentido que bajar de peso sea algo simple y fácil, o verdaderamente piensan que es algo difícil y complicado?, ¿Por qué creen que son más cada día las personas que aumentan la grasita de su organismo?, ¿Qué tipo de apoyo sugerirían que debe darse a un individuo que requiere de eliminar esos kilos que tiene de más?, ¿A cuántas personas conocen que hayan logrado bajar de peso y nunca más recuperarlo?, ¿Por qué piensan que aquellos que logran disminuir el volumen de grasa, con el paso del tiempo lo recuperan?, ¿Consideran que la obesidad es una enfermedad, una adicción o solo es cuestión de malos hábitos?, ¿se sienten capacitados para decidir por sí mismos que deben comer y la cantidad de cada uno de los nutrientes que requiere su cuerpo para funcionar de manera efectiva y con energía cada momento del día?, ¿Piensan que el ejercicio es fundamental para mantener la integridad y el funcionamiento óptimo del organismo?, ¿Por qué creen que un sujeto que se ha sometido a una cirugía gástrica para bajar de peso casi siempre recupera el peso original y hasta más?, ¿A qué se debe que los seres humanos solo acuden con el nutriólogo cuando algo anda mal en su salud y no de forma preventiva?, ¿Consideran que el recurso físico más importante con el que contamos es el cuerpo?, ¿No es acaso la figura, la representación física que poseemos para transmitir nuestras ideas y sentimientos?
Se supone que para graduarnos de una profesión es indispensable acudir continuamente a la escuela y estudiar tres años de preescolar, seis de primaria, tres de secundaria, de dos a tres de bachilleres y por último de cuatro a seis años de universidad, hacer aproximadamente un año de servicio social, es decir, hay que cursar poco más o poco menos de al rededor de 18 años para que podamos ser considerados aptos para ejercer una profesión, entonces mi pregunta es la siguiente: ¿qué nos hace concluir que para llegar a conocer, entender y definir todo aquello que nuestro maravilloso cuerpecito necesita no requerimos de ningún tipo de instrucción y aprendizaje, que nos hace suponer que de una manera mágica nuestro organismo obtendrá todo lo que requiere sin que tengamos ningún conocimiento ni entrenamiento de lo que en realidad necesita?, ¿por qué le damos tanta importancia a lo que llevamos puesto y no a lo que está debajo de cada modelito que portamos?
¿Cuál es la verdadera causa de que aún sabiendo que lograr el cuerpo óptimo requiere de orientación, entrenamiento y práctica, al igual que cualquier cosa que queramos realizar magistralmente, rechacemos la idea de invertir tiempo, energía y recursos económicos por lograr vernos y sentirnos como debe ser?, ¿Es acaso algo supefluo o es verdaderamente importante para la salud y la vida de cada mortal, brindarle al cuerpo lo que realmente necesita?, ¿Tú crees que si le preguntas a alguien que al entrar por una puerta pesando 30 kilos o más de lo óptimo y ofrecerle salir por otra puerta sin esos treinta kilos lo rechazaría?, si tu respuesta es que no se reusaría, entonces, ¿por qué hay tanta gente que prefiere continuar con esos treinta kilos o más?
¿Te ha pasado por la mente, que la comida es una forma de llenar vacíos existenciales, porque de alguna manera compensa esos huecos que no hemos podido llenar en otra forma?
¿Alguna vez haz pensado que el proceso para mejorar la imagen y la salud está íntimamente ligado a mejorar los sucesos internos de realización y satisfacción personales?
Si tu respuesta es negativa, ¿Qué te hace creer que el cuerpo en este plano tridimensional es independiente de aquello que sentimos y pensamos?
Hasta el día de hoy, sigo pensando que un individuo vale por lo que siente, piensa y es internamente, pero sucede que cuando una persona decide que puede mejorar su aspecto y su salud, porque solo depende de su voluntad y no lo logra, entonces el hecho pasa a ser una situación profunda de lo que realmente deseamos ser y deja de existir como una cuestión puramente de estética.
Es mi deseo cada día, perfeccionar el sistema que aplico con cada uno de mis pacientes.
Todos tenemos una meta, todos tenemos un motivo para levantarnos cada día con el entusiasmo de saber que vivimos con una vocación, y que esa vocación muy bien puede ser la razón que nos permite sentirnos útiles. Yo vivo cada momento, pensando en cómo puedo lograr conjuntamente con cada una de las personas que acuden a mi consulta y que confían en que puedo apoyarlos en encontrar la manera de conseguir, que puedan eliminar de su existencia el malestar que les provoca no poder verse y sentirse como saben que pueden hacerlo.
No es solo cuestión de estética, es algo mucho, mucho más poderoso, es saber que puedo ser mejor, que depende de mi y que por algún motivo no puedo lograrlo.
Voy a agradecer infinitamente todos los comentarios, ideas y opiniones que puedan hacer con respecto a lo que he escrito en este post. Todas sus sugerencias serán bienvenidas, finalmente solo se trata de trabajar un poco cada día para llegar a la verdad de cómo sería posible detener y revertir esta singular epidemia que cada día cobra más víctimas.
Nuevamente gracias.
Liliana.

viernes, 12 de junio de 2009

SIGUIENDO LAS INSTRUCCIONES

El jueves de la semana pasada inicié con un proceso infeccioso muy severo, los médicos le llaman absceso periamigdalínico, todo mundo dice: -estás enferma de la anginas, dicho así suena como que muy inocente la cosa, o bien hay quienes se refieren al asunto como: - ¿a poco te internaron por una gripe?, mis queridos lectores; esta es la primera vez que entiendo cuando mi abuela ya muy enferma me decía: -ojalá y Diosito se acuerde de mí. Uno no puede comprender como otro ser humano puede siquiera pensar en morir, la realidad no es que alguien y por supuesto tampoco yo queramos desaparecer de este mundo, nada de eso, lo que en realidad quiere decir esto es que lo que se desea es eliminar el dolor o el sufrimiento. Bueno pues después de terminar la consulta del sábado me fui directamente con mi gran amigo y acertadísimo médico el Dr. José Vita, el es todo un personaje, es algo así como el médico del pueblo (para él mi más grande agradecimiento por todas las ocasiones en que me ha dado su apoyo y su atención desinteresada), con su típico estilo me dijo: -estás bastante mal, ¿qué quieres hacer? y pues juntos decidimos internarme en el hospital. Llegué a urgencias ese mismo sábado por la tarde y como es típico uno llega extiende el brazo para que lo canalicen y por la vena pasen los medicamentos indicados para sanar, es decir literalmente lo que en realidad estamos diciendo es aquí estoy y cúrenme, en ese momento recordé a cada uno de mis pacientes, ellos y ellas llegan se sientan y lo que me transmiten es: - ya estoy aquí, bájame de peso.
Posteriormente me pasaron al cuarto 318 del Hospital Muguerza, ahí pasé dos días que no se los deseo a nadie y me di cuenta que fue la mejor decisión, porque me vi tan mal, aún con los medicamentos y atenciones hospitalarias, que no sé que hubiese hecho si en lugar del hospital se tratara de estar en mi casa. En fin, que entre dolor de cabeza, garganta, fiebre y mal estado general no veía la hora de que este suplicio terminara.
Ya saben como es esto de estar en el hospital; cada hora aparece una enfermera con el termómetro, el estetoscopio, el baumanómetro y toma la temperatura, la presión arterial, el pulso, revisa el suero, aplica medicamentos y así todo el día. Hasta ahí la cosa está bien uno no hace nada solo esperar y sufrir, y bueno se supone que de eso se trata hasta lograr la recuperación total, pero cuando además te dicen que tienes que hacer gárgaras con isodine y un líquido azul cada media hora, como que ya la cosa cambia, o sea ya tengo que participar también en la recuperación, es decir me van a curar pero además yo tengo que hacer mi parte en la curación, tengo que levantarme cada media hora con mi dolor y beber de esos líquidos enjuagar mi boca, hacer gárgaras y escupir después, la verdad que da flojera, y pues ni modo HAY QUE SEGUIR LAS INSTRUCCIONES. De nuevo recordé a mis pacientes cuando les digo que además de hacer dieta deben hacer un esfuerzo por realizar ejercicio todos los días. La verdad que flojera tener que participar en la recuperación de un malestar físico, emocional, espiritual o mental que podamos tener, de por sí ya es difícil la enfermedad y además tener que esforzarnos por colaborar pues como que no es muy satisfactorio.
Luego vino el TAC, recién bañada, con un calenturón y trépate a la silla de ruedas para ir a una heladera, para que te pongan un medio de contraste en la vena, te metan en tubo y te analicen el cuello, por supuesto con un frío tipo Alaska y sin parar de temblar, para que una doctora te pregunte que cuándo te operaron de la tiroides. O sea ¿de la tiroides?, a mi nunca me han operado de la tiroides, pues sucede que no tengo la parte izquierda de la tiroides, esta nunca se desarrolló, la verdad no es que me sienta vieja pero a mi edad venir a descubrir que algo le falta a mi cuerpecito, pues como que no es tan sencillo de aceptar. Les recomiendo a mis queridos lectores que se chequen, no les vaya a suceder como a la señora que tenía dos matrices y un solo riñón, digo nunca está de más conocer lo que tenemos por dentro.
Volviendo al tema de la enfermedad original, pues el domingo y el lunes fueron los peores días, pero eso sí, seguí las instrucciones del médico al pié de la letra. Tal vez fue por ese motivo que el martes me dieron de alta y para el miércoles por la mañana ya estaba yo de vuelta a mi chamba y por la noche en la graduación de mi hija y hasta bailé.
Ustedes saben que todo el tiempo estoy viviendo y equiparando mis vivencias con todo lo que comparto con mis pacientes. En mi consulta la dieta es básica para la disminución de peso, pero eso no es suficiente, ya que el problema no radica solo en lo que comemos, sino en los motivos por los cuales lo comemos, así como en los hábitos cotidianos. En cada cita yo les doy instrucciones a mis pacientes, desde como deben relacionarse con la comida, el tipo de ejercicio y el tiempo que lo deben hacer, la actitud que deben tener, en fin que para lograr el objetivo de verse esbeltos y sentirse sanos y con energía, es indispensable aplicarse a la terapia y al tratamiento igual que como cuando se asiste a la escuela, es algo así como hacer la tarea. Lo lamentable es que todos queremos resolver las situaciones y los problemas como cuando llegué a urgencias, estirar el brazo y decir cúrenme, existe la posibilidad de que así sea, pero la recuperación será mucho más lenta y probablemente la enfermedad no desaparecerá del todo y al poco tiempo vamos a tener que iniciar de nuevo el proceso.
Hace unos días me tocó revisar el blog de una de mis pacientes, todos los que me leen es seguro que han seguido la historia de esta valiente chica, Celeste. Bueno no saben el gusto que me da percibir en sus escritos que ha recuperado el entusiasmo, este mes cumple un año de estar escribiendo acerca de su proceso, puede parecer que su historia no es la de más éxito puesto que existen personas que han bajado más kilos de peso en igual o menor tiempo del que ella lo ha hecho, sin embargo son excepcionales los casos en los cuales un paciente asiste a consulta, baja de peso seguidito, se estabiliza y no lo vuelve a subir. Son como lo dije la excepción, la regla es totalmente distinta, a estas alturas Celeste ya hubiese dejado el tratamiento, ya hubiera recuperado el peso bajado y hasta más, y muy probablemente ya estaría iniciando de nuevo. La diferencia la hizo exactamente que ella a pesar de las dificultades HA SEGUIDO LAS INSTRUCCIONES, cada vez que le sugiero algo ella lo lleva a la práctica, hace bien su tarea. Por este motivo se ha permitido vivir el proceso, tener sus altas y sus bajas, pero finalmente hasta el día de hoy, ella es otra, debo reconocer que ha permanecido y ha sido constante, es por esto que su experiencia actual es muy diferente a las anteriores, creo que es la fiel manifestación de la regla, ella representa a miles de los casos típicos de sobrepeso, son raras las excepciones. Lo que deseo transmitirles a todos aquellos que desean perder peso, es que es raro bajar y no volver a subir, al menos no sin vivir un proceso y aplicarse siguiendo las indicaciones y haciendo los esfuerzos pertinentes, para que los logros sean permanentes. Mi sincero respeto y admiración a Celeste y a todos los que como ella están realizando de forma permanente un esfuerzo cotidiano para alcanzar su meta.
Los invito a tener paciencia, hacer pequeños pero constantes esfuerzos y sobre todo no abandonar su tratamiento como si el esfuerzo, la energía, el tiempo y el dinero que emplean en iniciar su proceso no significara nada. Si cada intento aislado por llegar al objetivo trazado, lo hiciéramos de manera constante e ininterrumpida es muy probable que la cristalización del sueño de verse delgados y saludables llegue mas pronto de lo que ustedes mismos pudiesen imaginar.
Liliana.