
La razón de la pregunta va dirigida exactamente a que el tratamiento les resulta tan difícil, que lo que desean es que termime para volver a los hábitos que supuestamente ya cambiaron o que están en el proceso de hacerlo.

Analicemos lo siguiente: ¿Cuándo la respiración es normal?. La respiración es normal, cuando no nos damos cuenta de que estamos respirando, en el instante mismo que nos damos cuenta de cómo es la respiración, es en el momento en que ésta no es normal (falta de aire, asfixia etc.)

Otro ejemplo. Cuando estamos en un sitio donde nos sentimos felices y cómodos, vemos el reloj para ver cuánto tiempo más nos queda por disfrutar de ese momento. Cuando en cambio, vemos el reloj porque estamos haciendo algo que no nos gusta, es para determinar cuánto tiempo falta para terminar con el suplicio. Ejemplo típico: cuando hacemos un ejercicio más por deber, que por placer. La actividad física que decidamos añadir diariamente para elevar el gasto calórico cotidiano, debe ser una con la cual no sea necesario ver el reloj para contar el tiempo que nos falta para terminar. Debe ser un pasatiempo, más que un trabajo agotador; bailar, caminar en compañía de alguien con quien podamos charlar, trotar escuchando música de nuestro agrado, en fin, algo estimulante y no frustrante. Nada que nos haga voltear a ver el reloj para ver cuándo acaba.
El fracaso de las dietas, radica específicamente en que representan la pérdida permanente de la libertad por elegir comer todo aquello que formaba parte de nuestro menú habitual, imagínense que además esto deberá ser eterno, "nunca más" y solo hasta llegar a la famosa estabilización, podremos paladear una rica pasta con queso y camarones, o una deliciosa torta, o unos tamales. Eso no es vida, eso es vivir muriendo. Las dietas deben ser equilibradas, procurar alimentos sanos con poca grasa y azúcar, ricas en proteínas, vegetales y frutas, pero deben permitir un respiro para que las personas no sufran tanto, así es, las dietas hacen sufrir a quienes deciden cambiar su forma de alimentarse, porque los indivuos que tienen que someterse a una severa restricción son mayoremente aquellos que nunca han podido hacerlo, y antes al contrario, siempre han comido todo aquello que ahora les va a resultar imposible comer.
Es contradictorio y desencadenará un fracaso, tras otro y esto a su vez frustración y más frustración, y en definitiva estaremos cada día más lejos de llegar a tener éxito.
Lo primero que debemos entender quienes nos dedicamos a tratar personas que no pueden controlar su manera de comer, es que si desde el inicio mostramos total severidad e inflexibilidad en el patrón alimenticio indicado, no podremos conseguir que una persona permanezca el suficiente tiempo acudiendo a la consulta como para que los cambios lleguen gradual y espontáneamente, y que entonces voluntariamente y con conciencia, cada paciente pueda decidir sin tener que con esto sufrir o vivir con un estrés permanente.
¿Qué piensa usted?
Liliana.
2 comentarios:
Hola acabo de descubrir tu blog y realmente se me hace muy interesante, yo tmbn soy nutriologa y coincido mucho con lo que dices.
Saludos
Estoy empezando a leerte y me da gusto que escribas asi porque justo es lo que se necesitamos los gordos en "vias de extinsion", porque yo no habia podido completar una dieta con exito hasta que me hice esa mentalizacion de: debo comer pero no me va a pasar mucho si hoy como una rebanada de pan...la sigueinte comida como correco y puedo seguir bajando...claro sin dejar mis ejercicios diarios...gracis por platicar para nosotros!!
Publicar un comentario