
Por tal motivo le idea de cometer errores o equivocarse se convierte en un enemigo natural, nos atormenta la idea de hacer algo y que este algo no resulte bien en el primer intento. Aquí el asunto es que es imposible hacer las cosas y que estas siempre salgan bien, aun con la guía de un maestro. No estoy diciendo que la finalidad de antemano sea un desacierto, lo que estoy diciendo es que no debería ser tan frustrante el hecho de aceptar que muchas veces no atinemos a la primera. Nadie nace sabiendo, de hecho es importante entender que para poder aprender algo debemos primero vivir una experiencia, es justamente uno de los motivos por los cuales estamos en este mundo. Hemos venido a experimentar, hemos venido a aprender. La vida sería un poco menos difícil si la aceptáramos como un todo, y cuando digo un todo, me estoy refiriendo justamente a comprender que habrá sensaciones buenas y malas, existirán momentos de paz y también de mucha angustia, habrá situaciones de risas y alegría, así como de llanto y tristeza.
Hablar del éxito no es que resulte infructífero, pero no puedo decir mucho acerca de él, en tal caso es la finalidad de cualquier acción y que de lograrse habrá que pasar a otra cosa. Provoca una sensación interna de plenitud, es como una misión cumplida. Es extraordinario tener éxito, pero...¿qué pasa si no?, ¿qué sucede si una y otra vez lo intentamos y no logramos conseguir la meta o el objetivo?... ¿Debemos darnos por vencidos o debemos acaso seguir insistiendo?
La respuesta es muy personal, habrá quienes sigan en el empeño, habrá quienes no. El caso es que abandonar un ideal solo por el hecho de que no resulte después de mucho afán, no me parece del todo justo, sobre todo si el darse por vencido fue más una decisión tomada por falta de voluntad y de coraje, que por el entendimiento de que no vale la pena tanto esfuerzo si la meta ni siquiera es importante. Es decir, si el costo es muy alto y el beneficio casi nada, pues la retirada es aceptable. Pero cuando se trata de algo que puede determinar la calidad e incluso la cantidad de vida que tendremos, ¿se vale huir?
Es natural que todo el tiempo esperemos ganar, triunfar y tener éxito.
Alguna vez leí o escuché en algún lado la siguiente frase: "Del éxito nada se aprende". Al principio me sonó medio estúpido ya que la idea es justamente tener el éxito de nuestro lado todo el tiempo, pero siendo un poco profundos si analizamos la frase en realidad es cierto. También llegó a mis manos el siguiente escrito: "El fracaso es la prueba que antecede al éxito". No se trata de ser unos fracasados y andar por ahí felices porque todo el tiempo estamos aprendiendo a costa de los porrazos. No de ninguna manera, se trata de entender que si por algún motivo seguimos teniendo dificultad para lograr algo es porque necesariamente tenemos algo que aprender en el camino por obtener el triunfo en alguna meta que nos hayamos propuesto conseguir.
Es el caso de todos aquellos que diariamente nos proponemos mejorar la figura y la salud. Debemos pensar qué nos está tratando de enseñar Dios, qué es lo que nos está intentando decir la vida, qué tenemos que aprender de este proceso que por algún motivo se nos dificulta tanto tomar el trofeo y levantar la mano triunfalmente. ¿Debemos seguir intentando?, ¿Debemos simplemente retirarnos y resignarnos a permanecer igual toda la vida?
Creo que debemos estar alertas y tratar de interpretar el mensaje y las señales para de una vez aprender y poder decir adiós al cuerpo que no nos gusta y dar entrada al que nos agrada.
No lo olvides, es un proceso por tal motivo algo tienes que aprender de él, no lo dejes, no lo abandones, recordemos el dicho "tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe", tiene que llegar el día en el que después de tanto insistir podamos ver nuestro sueño hecho realidad y ver reflejada en el espejo la imagen física de quien verdaderamente somos.
Liliana.
Hablar del éxito no es que resulte infructífero, pero no puedo decir mucho acerca de él, en tal caso es la finalidad de cualquier acción y que de lograrse habrá que pasar a otra cosa. Provoca una sensación interna de plenitud, es como una misión cumplida. Es extraordinario tener éxito, pero...¿qué pasa si no?, ¿qué sucede si una y otra vez lo intentamos y no logramos conseguir la meta o el objetivo?... ¿Debemos darnos por vencidos o debemos acaso seguir insistiendo?
La respuesta es muy personal, habrá quienes sigan en el empeño, habrá quienes no. El caso es que abandonar un ideal solo por el hecho de que no resulte después de mucho afán, no me parece del todo justo, sobre todo si el darse por vencido fue más una decisión tomada por falta de voluntad y de coraje, que por el entendimiento de que no vale la pena tanto esfuerzo si la meta ni siquiera es importante. Es decir, si el costo es muy alto y el beneficio casi nada, pues la retirada es aceptable. Pero cuando se trata de algo que puede determinar la calidad e incluso la cantidad de vida que tendremos, ¿se vale huir?
Es natural que todo el tiempo esperemos ganar, triunfar y tener éxito.
Alguna vez leí o escuché en algún lado la siguiente frase: "Del éxito nada se aprende". Al principio me sonó medio estúpido ya que la idea es justamente tener el éxito de nuestro lado todo el tiempo, pero siendo un poco profundos si analizamos la frase en realidad es cierto. También llegó a mis manos el siguiente escrito: "El fracaso es la prueba que antecede al éxito". No se trata de ser unos fracasados y andar por ahí felices porque todo el tiempo estamos aprendiendo a costa de los porrazos. No de ninguna manera, se trata de entender que si por algún motivo seguimos teniendo dificultad para lograr algo es porque necesariamente tenemos algo que aprender en el camino por obtener el triunfo en alguna meta que nos hayamos propuesto conseguir.

Creo que debemos estar alertas y tratar de interpretar el mensaje y las señales para de una vez aprender y poder decir adiós al cuerpo que no nos gusta y dar entrada al que nos agrada.
No lo olvides, es un proceso por tal motivo algo tienes que aprender de él, no lo dejes, no lo abandones, recordemos el dicho "tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe", tiene que llegar el día en el que después de tanto insistir podamos ver nuestro sueño hecho realidad y ver reflejada en el espejo la imagen física de quien verdaderamente somos.
Liliana.