
Una de las capacidades más afortunadas que poseemos los seres humanos es el olvido. Es asombroso tener el poder de no recordar, sobre todo aquello que alguna vez nos hizo daño. Si bien esto es magnífico, yo creo que hay cosas que es mejor tener siempre en la mente. Por ejemplo es muy frecuente que una vez que conseguimos llegar a una meta dejemos de lado lo que implicó lograr el objetivo. Es como cuando queremos tener una alberca en casa y una vez que está ahí nunca la usamos. O sea olvidamos el motivo del deseo y nos enfocamos en otra cosa. Como si solo se tratara de cumplir y dar paso a otra cosa. Pienso que en algunos aspectos esto no debe ser así, creo que hay cosas que nunca debemos olvidar. Por ejemplo cuántos de nosotros nos hemos sometido a un tratamiento de disminución de peso, avanzamos un buen de kilos hacia abajo y nos olvidamos de recordar lo difícil que fue conseguir este logro. Pasa en ocasiones que hacemos cosas que nos hacen perder la salud, es un típico ejemplo una cruda y juramos no volverlo a hacer, decimos nunca más vuelvo a beber, nunca más me vuelvo a desvelar, nunca más me vuelvo a descuidar, nunca más vuelvo a hacer esto o aquello y apenas pasan unos días y sucede de nuevo.
Alguien que ha logrado avanzar en la difícil tarea de eliminar de su cuerpo algunos kilos de grasa, sean estos muchos o pocos, nunca pero nunca debe perder de vista el costo, el esfuerzo y el sacrificio que aplicó en dicho empeño. Se nos hace fácil, pero la verdad es que no lo es. Bajar de peso y luego recuperarlo, volver a bajar y de nuevo volver a subir, es recorrer el mismo camino una y otra vez, y recorrer el mismo camino muchas veces resulta cansado, termina siendo agotador, llegará un momento en que decidiremos cambiar la ruta y el resultado será vivir resignados sin más salida que experimentar la miseria de la aceptación y todo por falta de voluntad. Dios nos creó y nos hizo perfectos, es cuestión de aplicar inteligentemente la libertad que nos brindó en el momento en que nos dio al mismo tiempo la responsabilidad de nuestra existencia. Olvidar es un don divino, pero recordar lo es también. Debemos olvidar para perdonar, y debemos recordar para no cometer una y otra vez los mismos errores. Si en algún momento tu logras revertir aunque sea un poco algún proceso que de antemano sabes te daña, nunca olvides cuanta energía y tiempo dedicaste para conseguirlo, aférrate al avance que hayas conseguido, descansa un poco y continúa, pero no des nunca en reversa, siempre hacia adelante, esa será la única forma en que puedas ver algún día tu sueño hecho realidad. Vencer el sobrepeso es solo cuestión de voluntad y de tiempo.
Liliana.
1 comentario:
Liliana:
Estoy tan de acuerdo con este blog
que lo leo y parece que estuviera dirigido a mi, bueno tal vez me lo aplico porque eh tenido subidas y bajadas con mi peso, haste que llegue a un ultimo punto tan critico
como para salir llorando del consultorio medico al decirme el peso que habia ganado en pocos dias, despues me propuse, eliminar mis kilotes y mis malos habitos, me cuesta porque es una adiccion
muy fuerte, que a veces nos vence
y terminamos por comer algo que sabemos no hace daño, bueno pero estamos en la lucha, he bajado 6 kilos, pero me pasa que en la semana que me siento mas delgada o alguien me dice Te vez mas delgada me confio y es ahi cuando la bascula no marca a mi favor
bueno me dio gusto escribirle
y espero que siga mejor!!
vanesa
desde tijuana
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