

EDGAR AMAURY SEGOVIA es un chico que llegó a mi consulta un 12 de junio de 2008. Lo di de alta el 28 de noviembre del mismo año. Terminó su tratamiento con 22 kilos menos de como inició. Cabe señalar que este peso lo conservó por espacio de dos meses atrás, esta fue la razón por la cual se ganó el privilegio de no volver a tener que pagar una sola consulta más a partir de esta fecha, y así será por el resto del tiempo mientras yo me dedique a dar consulta, a menos de que recupere cinco kilos de los que perdió durante el tratamiento, cosa que no sucederá mientras que no abandone por completo la idea de asistir a verme con regularidad antes de que esto pase. Pero figurense ustedes que para el 10 de marzo de 2009 el agregó a su cuenta tres kilos más o sea 25 kilos menos en su cuerpo a partir de la fecha de ingreso. El 19 de junio lo vi por última vez con todavía un kilo y 600 gramos menos. No es sencillo que un paciente conserve el peso total disminuido y mucho menos que todavía baje un poco más. Hoy Amaury se mantiene justo en el porcentaje súper ideal de grasa en su cuerpo. Lo felicito por sus logros, pero sobre todo porque si bien, siempre fue una persona positiva y entusiasta, hoy es un chico que ha mejorado aún más en todos los aspectos de su vida personal y profesional, porque la experiencia
a la que se dio oportunidad lleva implícita este tipo de realizaciones.

KARINA TORRES , inició su historia en mi consulta el 2 de octubre de 2008 tiene al rededor de dos meses en estabilización y estoy a punto de darla de alta, cada caso es diferente por eso también los tiempos son diferentes. Se ha conservado con 21.2 kilos menos y al igual que casi todas las historias de éxito lo ha logrado solo con su voluntad y con nada más. Es de esos casos raros, y digo raros porque lo único que ella a hecho es asistir a su consulta y seguir las instrucciones, no se ha valido de nada más para lograrlo, y cuando digo esto no significa que que no sea correcto utilizar medios de apoyo para conseguir un objetivo, pero es muy poco frecuente que así suceda. Dentro de algunos días tendrán la noticia de que ella cumplió y se mantiene. Karina una joven siempre sonriente, ha sido el típico ejemplo de un progreso con fluidéz gracias a su perseverancia.
No me queda más que decir, cada caso habla por si mismo. Lo único que puedo agregar es que ojalá y cada uno de los que padecemos de este mismo mal, podamos como ellos cambiar las estadísticas y demostrar que es posible revertir los porcentajes cada día más alarmantes de esta enfermedad.
Hay una frase que nunca olvido y no recuerdo dónde la escuché, perfo me encanta:
NO HAY GANANCIA QUE PERDURE SI NO SE EMPLEA EN CONSERVARLA EL MISMO ESFUERZO QUE SE HIZO EN OBTENERLA.
Liliana.
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