
Le dije: "señorita lo único que quiero es sentarme con mi amiga para que ella coma y platicar",a lo que ella contestó: "lo siento pero existe un consumo mínimo", y me leyó mis derechos .
Tiene derecho a...: beber todo el refresco que desee, además puede consumir todos los postres, ensaladas, pasteles, galletitas, sushi (hoy tocaba como comida extranjera), carne, pescado y pollo en sus diferentes presentaciones, caldos, sopas y guarniciones a morir.
Pues que maravilloso, me pregunto dónde está la carestía de la crisis actual, pero yo no tenía hambre. Sin más remedio pagué mi cuota y con mucho orgullo y satisfacción les digo, que no hice uso de ninguno de mis derechos, a excepción de dos vasos de refresco que me tomé.
Ya estando ahí pude caer víctima de la gran variedad de platillos, pero me ha costado mucho mantenerme esbelta, así que hice caso omiso de todas las tentaciones.
El sitio estaba a reventar, mesas llenas y personas haciendo fila para entrar. Pude observar que la mayoría de los comensales o padecía de sobrepeso, o manifestaban una evidente obesidad o por lo menos tenían la típica llantita que distingue a los que aunque ingieran una gran cantidad de comida no engordan parejo, sino nada más en la parte abdominal arriba de los típicos pantalones a la cadera, que son los encargados en la actualidad de hacer que desaparezca la cintura y como por arte de magia deforman el cuerpo para hacerlo parecer un boiler no muy grueso, pero deforme al fin.
En la mesa de junto estaba una familia, tres niñas, un niño, la mamá y el papá.
Qué les puedo decir; toooooodos absolutamente obesos.
Lo más triste es que se trataba de de cuatro niños inocentes, ellos no saben lo que les espera.
Fue entonces que me vino a la mente una sarta de tal vez insensateces, que a para ser honesta no lo son tanto, los niños son el producto de la soc
iedad actual. Son el resultado de lo que les transmitimos.

Así fue como me imaginé, lo siguiente: ¿Qué pensarían si en la mesa de al lado estuvieran unos esposos tomando alguna bebida alcohólica y que sin ningún reparo se la ofrecieran a un menor de edad?, ¿Qué opinarían si en una reunión familiar (la típica carne asada regiomontana), hubiese un miembro de la familia que fumara y le dé el cigarro a un niño de 10 a 17 años?, ¿Qué opinarían si un adulto en algún espacio, sacara su guardadito de cocaína e invitara a los niños que tuviese a su al rededor para probarla?
Sería algo así como inaceptable, prohibido e incluso ilegal, porque así es. Pero al momento de comer se les permite a todos esos niños ingerir cantidades extraordinarias de azúcar, grasa saturada y conservadores tóxicos.
Yo creo que como comer es un acto no solo natural, sino además necesario, nadie se percata de lo nocivo que resulta cuando se realiza sin límites. Tan grave es, que en este siglo, nuestros niños, por supuesto adultos del futuro están destinados a morir prematuramente de alguna relacionada con la obesidad. Peor aún, están siendo preparados y además lícita y permitidamente a tener una existencia llena de limitaciones debido al monstruo de la obesidad. La obesidad está considerada como la pandemia más grave del siglo XXI, y nosotros estamos favoreciendo a que esto se afirme cada día más, porque comer es un acto tan natural que no podemos limitar a nadie para que se resigne a consumir solo lo que realmente se necesita.

Comer en exceso no te mata instantáneamente, pero no te deja vivir plenamente y a la larga te cobra una factura mucho más costosa que cualquier tipo de adicción.
¿ Cómo deseas que sea tu vida?, ¿ Cómo quieres que sea la vida de tus hijos y de tus nietos?
Enseñarles que comer es indispensable, diles que alimentarse sanamente es necesario para mantener la integridad celular que se requiere para vivir plenamente, pero además házles saber que debe ser con medida y sin abuso.
Nadie desea verse y ver a sus seres más queridos morir por el solo hecho de no poderse medir. No es un cuento, es una realidad.
Edúcate tú y educa a tus hijos, come para vivir, nunca vivas para comer.
Y no son solo los niños, ¿Qué pasa con los adultos?
Liliana.
2 comentarios:
Muy buen blog me gusto mucho yo como no resisto la tentacion del buffete mejor me abstengo de visistarlo
Hablando del tema de obesidad, el otro día escuché una entrevista con Carmen Aristegui en la que el Dr Meléndez, especialista en nutrición, decía que una de las mayores causas del problema es el ambiente obesogénico en que vivimos: escaleras eléctricas y elevadores para todo, siempre andamos en coche, en general llevamos vidas sedentarias :S
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