
Todo logro requiere un tiempo. Esto se aplica, no solo para la modificación de hábitos nutricionales, sino también para cualquier objetivo que tengamos el deseo de cumplir. Debemos ser realistas y proponernos metas lógicas y que sean alcanzables. Es imposible por ejemplo, bajar 30 kilos en dos meses de forma saludable y equilibrada, más aún, si esos kilos tienen algunos años de formar parte de nuestro cuerpo. Como esto, es casi imposible de lograr, sentiremos que hemos fallado, esto por consecuencia viene a crear una frustración por el supuesto fracaso, que al mismo tiempo provocará que abandonemos el proyecto y que incluso hagamos todo lo contrario. Lo mismo sucede con el ejercicio, queremos ver los resultados inmediatamente, queremos ese cuerpo musculoso y definido en una semana, es así como los primeros días, exageramos la cantidad y la intensidad del mismo, provocando agotamiento físico y como resultado el abandono de la actividad programada. Es así como terminamos yendo de un extremo al otro obsesionándonos con una idea para luego eliminarla.
Considero que lo más apropiado es hacer una lista (por escrito) de todo aquello que queremos cambiar, porque sentimos que nos perjudica, al mismo tiempo de complementarla con todo lo que pensamos hacer porque sabemos que nos beneficia. Puede incluir, desde anhelos de la infancia hasta sueños de la edad madura. Lo más importante es no olvidar lo que dicha lista contiene. Posteriormente debemos elegir una a la vez, proponerse realizar más de dos o tres a un mismo tiempo, nos envía directamente al fracaso y a la frustración. Cabe señalar, que la disciplina y la constancia, son la base fundamental para lograr el éxito en cualquier proyecto, y que una vez que tenemos dominado un objetivo podemos pasar al siguiente.
La determinación que apliquemos en cada actividad, será siempre la energía que nos impulse para conseguir lo que deseamos, es así como, si la decisión de hacer algo no está fundada en un auténtico convencimiento personal tarde o temprano dejaremos de persistir en ello.
Mi frase favorita para ilustrar objetivamente la postura mental más adecuada para la modificación de conductas es: EL TIEMPO COMO QUIERA PASA.

Todavía recuerdo la primer paciente que atendí en mi consulta. En aquel tiempo yo no tenía la experiencia de hoy, pero no olvido que lo que si le dije fue: "tienes tres opciones; quedarte como estás, mejorar o empeorar, el tiempo, como quiera pasa".
Después de un tiempo dejó de asistir a la consulta, posteriormente volvería un par de veces. Hace unos meses me la topé en una reunión por casualidad, inmediatamente me di cuenta de que optó por la tercera opción. Cuando la conocí ella pesaba alrededor de 96 kilos, si mal no recuerdo. Han pasado 26 años, y si solo hubiese bajado un kilo y medio por año, situación que parecería poca cosa para cualquiera, su peso actual sería de 55 kilos, pero como escogió empeorar, ahora pesa cerca de 135 kilos. En promedio solo fueron kilo y medio por año, en realidad no es mucho si solo fuese un año, pero como han pasado 26.
Por eso te digo: tienes tres opciones; tú eliges, de cualquier forma, el tiempo, como quiera pasa.
Liliana.
1 comentario:
Es verdad todo lo que dices, el tiempo pasa y pasa y la grasa no se va si no decidimos de una vez por todas acabar con este problema, que aunque el tiempo pasa, sigue y sigue ahi y además es tema de conversación en todo momento a todas horas, en la calle, viendo ropa, por todos lados recibimos esos mensajes molestos que nos frustran. Y en este punto, quiero agregar, que la frustración es lo peor del mundo, porque si te frustras no sigues , y permaneces ahí viendo pasar las horas con 30 kilos de más que seguro no se irán jamás.
Me gusta todo lo que dices, me parece que estás haciendo un trabajo excelente, sobretodo al ver la consulta con tus pacientes no como un menú e indicaciones sobre cierto tipo de alimentos o marcas, sino enfrentándolos con la realidad de qué iniciar un proyecto así no es de mientras, sino a largo plazo...
felicidades
suerte
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