POR QUÉ DEBERÍAS ELEJIR TRATAR TU PADECIMIENTO CONMIGO.

El objetivo principal de mi tratamiento es utilizar la alimentación como un medio para el crecimiento y realización de mi paciente tanto en el aspecto físico, como en el emocional y espiritual.
Cualquier desajuste o carencia la transformo en una área de oportunidad para capitalizar las experiencias. La idea es lograr que mi paciente elimine permanentemente la grasa corporal en exceso o bien erradique ese hábito indeseable que tanto le molesta y le perjudica. Que mejore simultáneamente todas las demás áreas de su vida. Enriqueciendo su día a día, a través de una serie de intenciones cotidianas que harán del tratamiento algo único, personal, sencillo y versátil, más que nada divertido y estimulante.
Si acudes a tus citas tu éxito esta garantizado.

viernes, 17 de abril de 2009

CÓMO ME SUCEDIÓ ESTO

La vida de cada ser humano es una historia personal. Va desde que nacemos hasta el día de hoy. Desde pequeños hacemos planes, nos fijamos ideales, metas, tuvimos sueños y supusimos que no existiría nada que pudiera impedirnos llegar a ser todo aquello que nos pasó por la mente que podíamos llegar a ser. ¡Sorpresa!... que la historia personal de cada individuo no depende nada más de sí mismo, al menos no hasta que no se hace conciencia de que en realidad sí depende solo de nosotros. Sucede que somos el resultado de la genética heredada de nuestros padres, que a su vez la heredaron de los suyos. Somos también el resultado de la combinación de las ideas y creencias de ellos, que a su vez la heredaron de los suyos, y no siendo suficiente, somos el resultado de las costumbres y cultura de la sociedad en que vivimos. O sea que la verdad esta combinación de ideas, creencias, cultura, costumbres y genética propia de cada persona, que además pasa por el filtro intelectual y emocional de cada quien se vuelve con el tiempo algo confusa, y por lo tanto muy difícil de entender. Esta es la razón por la cual en ocasiones no logramos descifrar el fondo de la causa que provoca en cada uno de nosotros las limitaciones, los miedos y en general la problemática que a través de los los años quisiéramos resolver y que en ocasiones nos resulta no solo difícil, sino hasta imposible comprender y revertir. La buena noticia es que no todo lo que heredamos es inadecuado, hay dentro de todo este universo una serie de cosas buenas que podemos capitalizar para crecer y desarrollarnos como seres felices y completos, de hecho en la mayoría de los casos es más lo bueno que lo malo. Lamentablemente la naturaleza del ser humano es flagelarse y sufrir, así como engrandecer más las cosas negativas que las positivas. Y es que para ser franca, pienso que lo que verdaderamente nos hace crecer es justamente aquello que nos hace intentar e intentar, e intentar superar lo que queremos superar.
En el caso específico del sobrepeso o la obesidad mórbida declarada, siempre llega un momento en el que nos preguntamos ¿CÓMO FUE QUE ME SUCEDIÓ ESTO? Claro que en muchas de las ocasiones y por supuesto no solo en procesos que tienen que ver con un físico que no consideramos merecermos, esta pregunta está presente, sobre todo cuando desde niños pensamos que la vida era fácil, entendible y compasiva. Sucede que si nos encontramos en este mundo es justamente porque hay muchas situaciones, cosas y vivencias que tenemos que enfrentar.
La pregunta obligada siendo seres racionales, es y será siempre ¿CÓMO FUE QUE ME SUCEDIÓ ESTO?
No importa si se trata del ASPECTO Y LA SALUD, hay muchas otras cosas que no tienen que ver con esto, hay situaciones de conflicto o de la misma personalidad que nos orillan siempre a hacernos esta pregunta.
Definitivamente no estoy en contra de descubrir de dónde proviene la causa que provocó en nosotros el conflicto que deseamos resolver. Lamentablemente en mi experiencia, pasamos mucho, muchísimo tiempo tratando de encontrar la causa, cuando en realidad debiésemos encontrar la solución.
Me encantan las buenas noticias (a quién no), pues les tengo una más. No somos culpables de lo que fuimos, pero sí de lo que podemos ser. No somos cien por ciento responsables de las cosas que hicimos pero sí de lo que hagamos de ahora en delante. Por eso creo que ha llegado el momento... sí, ha llegado. ¿De qué?, de ser todo aquello que alguna vez quisimos y queremos ser. Ha llegado el momento de perdonar.
¿A quién?
Primero que a nadie a nosotros, porque nadie nace sabiendo. Qué sentido tendría la vida si todos tuviésemos las respuestas desde que nacemos. Qué sentido tendría estar aquí, si no tuviésemos que enfrentar retos, tener objetivos y lograr metas.
Después, debemos perdonar a nuestros padres, a nuestra familia en general, porque ellos tampoco nacieron sabiéndolo todo. Y por último debemos perdonar al entorno, a la sociedad, a nuestro país y a todo aquello que externamente nos causó daño o dolor.
Cada uno tendrá que aplicar esto, a el proceso que desea superar.
Después de perdonar, el siguiente paso será hacer conciencia de todo lo que deseamos cambiar y por supuesto de los pasos, opciones y oportunidades que tenemos para hacerlo.
El camino de nuestra vida siempre está y estará llena siempre de buenas intenciones, las buenas intenciones no son son siempre suficientes. Hay que aplicar medidas, hay que buscar ayuda, hay que tener disciplina y encontrar soluciones. Hay que tener voluntad, paciencia, tolerancia y sobre todo compasión, sí, compasión por nosotros y por los que nos rodean. Debemos entender de una vez por todas que nada que valga la pena se puede dar eficaz y adecuadamente si no es mediante un proceso. Es indispensable darle tiempo al proceso. Más que nada porque el tiempo siempre será un aliado cuando de superación y crecimiento se trate. Debemos ante todo soltar, pero nunca dejar. Soltar significa dejar de lado la obsesión pero nunca abandonar.
Para aquellos que de verdad quieren y desean bajar los kilos de grasa extra en su cuerpo, deben saber que nunca por ningún motivo deben obsesionarse con esto, la obsesión actúa como un resorte, entre más lo aprietas, más puede salir disparado.
Hoy todo puede ser diferente. Hoy todo puede ser mejor. Respiremos profundo, relajémonos y comencemos de nuevo. Volvamos a ser niños, perdonemos y entendamos que debemos tener paciencia para reencontrar el camino que nos llevará a lograr conseguir nuestro sueño de ser personas saludables, felices y realizadas.
Hasta la próxima.
Liliana.

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