El día de hoy terminé mi consulta por ahí de las dos y media de la tarde y me dispuse a ir a mi casa, pero antes de llegar decidí pasar a comprar un queso que me encanta y cosas pendientes para mi casa en una tienda que me queda de camino y que es de esas en las que solo puedes entrar si tienes membresía. El estacionamiento estaba a reventar, la tienda no se diga y las filas pues caminaban rápido. Al menos las de la tienda, pero lo increíble fue ver las largas colas en el área de comida, esa que destinan algunos comercios para las personas que van de compras y que de paso compren algo ya preparado para comer, botanear o lo que sea. El caso es que era un hervidero de gente la que esperaba para comprar, churros, nieve, pizza, hot dogs gigantes, parece que también venden una ensalada y por supuesto el vaso de refresco que pues ahora son de no menos de medio litro. En el área de mesitas no había una sola vacía y no exagero y eso que no es quincena. Cuando terminé de pagar caminé con mi carrito hasta la salida y me detuve por un instante para observar a las personas que estaban sentadas y a las que esperaban en la fila, no fué premeditado fué un impulso, algo parecía inusual, busqué de entre todos mesa por mesa, un solo individuo, una sola mujer, un solo niño que tuviera una figura esbelta, no sé si fue casualidad o qué, pero no había una sola persona ni sentada ni parada en esa área que no tuviera grasa de más en alguna parte de su cuerpo. No creo que esto sea una obseción porque por mi trabajo trato siempre de ser muy objetiva, además no soy partidaria de que la gente sea flaca, sino más bien esbelta y saludable, así que de verdad no exagero, igual y en otras ocasiones me ha tocado ver personas en sitios así y que no tienen sobrepeso, pero en esta ocasión fue impactante y revelador, yo diría que hasta increíble. Todos, absolutamente todos estaban como poseídos e inmersos en ese espacio, como si fueran robots. Sentí como si se tratase de una nueva especie, yo formo parte de ella, tal vez por lo que hago trato de no contagiarme y de controlar lo que como, y procuro no darme casi nunca el lujo de comer una nieve solo para mi, porque además no se si habrán dado cuenta que actualmente todo es tamaño jumbo. Ya no es un conito con una bola de nieve, noooooooooo, es un super vaso de no menos de 250 mililitros. Lo más curioso es que a nadie parecía importarle ni la barriga que salía por arriba del pantalón o por debajo de la blusa, (que por cierto es la zona más dañina donde puede estar acumulada la grasa), ni tampoco el ancho de la cadera. Había familias enteras con niños pequeños y no tan pequeños, niños que irremediablemente pasarán de ser robustos, a tener sobrepeso y luego casi seguro a una auténtica obesidad. Queridos lectores esto no es una crítica, es uan reflexión, cómo fue que sucedió esto, en que momento, desde cuando. Que horrorrrrrrrrrrrr, hacia donde vamos y digo vamos porque ninguno estamos excentos de pertenecer, así es, esta es la palabra, pertenecer, a la generación de la comida rápida, vida con estrés, tráfico pesado, compulsión por todo, por comer por comprar. El gran problema es que parece que esto en lugar de parar, crece y crece cada día más. Creo que el problema podría disminuir poco a poco si empezamos a vivir con conciencia. Conciencia en todo, repetir mentalmente cada cosa que llevo a cabo; voy a bañarme, me estoy bañando, voy a desayunar me voy a comer esta manzana, voy a poner las llaves sobre la mesa. Parece ridículo pero así es como podemos empezar a darnos cuenta, a hacer conciencia de muchas de las cosas que hacemos sin pensar. Y es que no se si se han fijado que durante el día, muchas de nuestras acciones las llevamos a cabo mientras estamos pensando en otra cosa. Casi nunca estamos aquí y ahora. La diferencia entre hacer las cosas con conciencia o sin ella es que de la primera forma las disfrutamos más. La pespectiva de las acciones cambian cuando las hacemos dándonos cuenta a cuando las hacemos sin pensar. En fin es triste saber que somos el país con el segundo lugar de personas obesas o con sobrepeso en el mundo. No porque seamos físicamente grandes, sino porque estamos caminando hacia un futuro saturado de posibles enfermedades como la diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia, el cáncer y muchas, muchas enfermedades mas. Ojalá y cada uno pueda hacer un pequeño cambio consigo mismo y con las personas que tiene cerca, tal vez todavía estemos a tiempo de revertir este problema que día a día crece como una bola de nieve.Liliana.



Pese a que durante todo el tiempo desde que apareció este bum por la comida sana, se nos ha dicho que la tortilla engorda, todavía hoy me siento feliz y satisfecha de formar parte del grupo de personas que se jacta de ser auténticamente mexicana. De entrada la típica tortilla, tanto la de maseca como la de nixtamal (esta última a mi modo de ver es mejor porque aporta hidratos de carbono resistentes), ambas aportan en promedio 50 calorías por ración, o sea por pieza. A decir verdad no son tantas como para darle todo el crédito del exceso de grasa en nuestro cuerpo. Antes al contrario es casi, casi, el equivalente a una fruta tamaño grande por su contenido calórico, además de la buena cantidad de calcio y fibra que contiene. No estoy comparando la tortilla con la fruta, ya que esta última aporta otro tipo de nutrientes; como agua, vitaminas, minerales y fibra. El verdadero problema con la tortilla, no es la tortilla misma, es que la mayor parte de las ocasiones la combinamos con alimentos muy calóricos y grasosos, como es el caso de los tacor de chicharrón, barbacoa, chorizo y demás. Peor aún cuando la freímos, sí; la cantidad de grasa que absorbe una tortilla cuando la pasamos por aceite, supera por más del doble el contenido calórico de la misma. 
Bueno pues deben perdonar que insista tanto en este problema de sobrepeso y obesidad que estamos padeciendo no solo en nuestro estado, sino en nuestro país y en el mundo. Se ha convertido en un verdadero problema de salud y está considerado como una epidemia. Lo que para muchos es solo un conflicto de estética es ahora en realidad un verdadero problema de salud pública. Así como vamos no quedará ni un solo esbelto en el mundo. Jajaja creo que exageré. Bueno ya en serio tenemos que ver esto como lo que realmente es. Debemos darle la exacta dimensión. No podemos seguir permitiendo que nuestros niños sean unos obesos, y que además sigamos argumentando el hecho de que cómo vamos a limitar la comida a un niño, cómo vamos a someter un niño a una dieta. Pues bien hace muchos años la mamá de una niña que actualmente es una adulta sana, me comentó: -no será que le haga daño a mi hija no comer como todos los demás niños. Pues yo no veo cómo pueda ocasionarle un problema de carencias nutrimentales a una niña de 8 años el hecho de no comer refrescos embotellados, papitas fritas de bolsa, pan blanco, salchichas repletas de conservadores, grasa saturada y catsup. Lo más frecuente que se sirve en una reunión para niños es pizza, botana de bolsa, hot dogs, chili dogs, nuggets, hamburguesas, pastel y refrescos embotellados. Creen ustedes que si nuestros niños no consumen esto se van a desnutrir. Por supuesto que de ninguna manera esto sucederá. En cualquier restaurant y chéquenlo, el menú para niños es el menos nutritivo no sé por qué motivo creemos que los niños no tienen necesidad de consumir vegetales, frutas, cereales de grano entero, leguminosas y proteínas naturales. Si se supone que están en pleno desarrollo, que además eso marcará las posibles enfermedades que padezcan en el futuro y no siendo suficiente, son los adultos del mañana en México. Creo que es importante abogar por sus derechos y dejar de comprarles la cajita con el premio que incluye el menú menos nutritivo del lugar al que vamos a comer. No estoy diciendo con esto que no se esté haciendo algo al respecto, es decir no deseo ser solo crítica, reconozco que se están haciendo grandes esfuerzos para evitar que los niños de hoy sean los obesos del mañana. Debemos unirnos en esta lucha. Por el bien de México, de nuestra familia y de nuestros hijos.





Mucho se habla acerca de que lo más importante y lo que definitivamente determina el éxito y la felicidad de una persona es la actitud. Creo absolutamente que así es.



Hace unos días regresando del trabajo a mi casa me encontré que arriba de la barra de la cocina estaba una manzana, me extrañó porque regularmente tratándose de comida si yo no la llevo a la casa, pues generalmente nadie lo hace y menos si se trata de una manzana. Sucede que pues ahí estaba, hasta la fecha no sé quién la puso en ese sitio (cuando pregunté todos lo negaron). Cuando la vi, yo tenía hambre pero la manzana además de ser pequeña, tenía un defecto, estaba medio 




Sucede que con mucha frecuencia nos proponemos cambiar por completo, y sucede también, que en realidad estamos hablando en serio, pero sucede que aunque en ocasiones esto sea verdaderamente una
y verduras, presentan una pasajera diarrea por el contenido de fibra de estos alimentos. En automático deciden eliminar estos platillos de su dieta porque suponen que les hacen daño. No pensamos lo mismo cuando comemos cosas que nos gustan, pero que de alguna manera nos producen la misma reacción. Es lógico, estamos dispuestos a pagar el precio siempre y cuando esto nos satisfaga. Años y años de tomar, comer y hacer cosas que de antemano sabemos nos producen algún tipo de daño o deterioro, y que además sentimos auténticamente este daño o deterioro, porque tenemos por consecuencia un malestar posterior, sin embargo hacemos caso omiso dado que como es una costumbre, pues en definitiva nos satisface. Y cuando modificamos alguno de estos hábitos y como respuesta el cuerpo siente malestar porque lo privamos de alguna sustancia, sea esta comida o bebida, hábitos como fumar, beber alcohol, desvelarse, etc. Pensamos 


